6: Haz que se detengan.

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Al día siguiente le vio en el pasillo. Ella estaba caminando a su clase. Y él estaba allí. Pero él estaba siendo molestado. Unos chicos más grandes que él lo estaban empujando y agrediendo. Su corazón dolió y llegó un impulso abrazador a ella. ¿Cómo ellos podían estarle haciendo eso a él?

El hermano de ella la mayoría de las veces caminaba con ella por los pasillos, acompañándola a las clases y alegrándole un poco el ánimo, puesto que ella nunca hablaba.

Entonces ella se detuvo y lo agarró de la camisa, su hermano extrañado se detuvo y la miró.

Ella señaló a el chico rubio, él era delgado y no con mucha fuerza y a los otros dos chicos, más grandes que él.

Haz que se detengan —dijo ella. Su hermano, sorprendido de su habla, asintió.

Él era mayor y más grande. Caminó hasta los chicos y comenzó a detenerlos, colocándose entre el niño rubio y ellos.

Entonces ella corrió a él y lo sujeto del brazo, arrastrándolo lejos de allí. Él, con sus ojos azules mirándola sorprendido la siguió.

—No te volverán a molestar —aseguró ella.

Y sin esperar respuesta se alejó de allí, en busca de su hermano.

Miradas y Palabras Mudas | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora