13: Él era real.

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La siguiente mañana no le vio. Ella se encontraba en la biblioteca buscando un libro de su agrado para matar el aburrimiento. Su hermano seguía enfermo, y no podía ver al chico rubio porque aparentemente él no estaba.

Ya estaba comenzando a pensar que solo había sido una ilusión el haberle hablado. Tal vez se había quedado como tonta parada en el pasillo mientras imaginaba al chico hablarle. Tal vez su imaginación había creado un lindo nombre y asociado su voz con alguna ya escuchada.

—Eli —escuchó a lo lejos—. Elina —dijo la misma voz.

Y entonces él se estaba acercando a paso rápido tras la biblioteca.

—Te estaba buscando —le sonrió él—. Perdona por no estar en la salida ayer, mis padres me fueron a buscar muy temprano... ¿Estas ocupada? ¿Está bien si te hago compañía? —le pregunta apenado, viéndole esperanzado, como si se le fuese muy difícil o extraño haber dicho eso.

Ella sonrió. Le sonrió a él y asintió.

Había sido real. Él era real.

Miradas y Palabras Mudas | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora