3. EXPLICACIONES

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Con Sebastián lo que pasó es que llegamos a un punto que, le quería pero como se quiere a un familiar, a un mejor amigo. Porque eso es lo que éramos unos amigos geniales, y compañeros de piso pero ya no había deseo. Y si, de verdad que se lo que me vas a decir y que te he dicho un montón de veces... Que las relaciones maduran, se modifican, se pierden unas cosas pero se ganan otras... Pero es que yo quiero una relación, quiero y necesito sentirme deseada y quiero desear del mismo modo a la persona con quien este, ¿ es eso tan raro?.

Bueno pues esto fue lo que le dije, y claro no lo entendió. Porque ya sabes, para dejar a alguien solo puede ser con un "detonante".

- Yo no me creo que pienses esto de la noche a la mañana, de verdad Luisi que no te creo. ¿ Hay otra persona?

- No!! Claro que no hay otra persona. Jamás te haría eso porque ante todo eres mi amigo y mi familia, y eso nada lo va a cambiar.

- Claro que lo va a cambiar, estas rompiendo ese vinculo. Solo porque según tu no hay deseo – Dijo entrecomillando esa última palabra

- No es que no haya deseo, es que lo que tenemos es conformismo y comodidad. Es el dar por hecho que siempre estaremos juntos porque llevamos una vida juntos. Pero es que, de verdad que creo que esto es bueno para los dos.

- Y porque no nos damos un tiempo, ¿y lo penamos?

- Pues porque, aunque tu lo creas no es una decisión a la ligera llevo mucho tiempo pensándolo de verdad, no un mes ni dos, si no mucho. Es algo meditado.

- Vamos que necesitas tener tu conciencia tranquila para tirártelo a gusto no?

- A mi no me hables así...

Y bueno a partir de ahí, el continúo con la insistencia que había otra persona...Al poco tiempo conseguimos aclarar la situación del piso y yo me instalé con mi hermana María.

- Y desde esa conversación no os habéis vuelto a ver

- Bueno ya te digo para alguna cosa del piso, pero creo que es pronto para tener una relación cordial. Sabes que a mi me encantaría tenerlo en mi vida, pero es algo que tiene que decidir el

- Pero Luisi, en realidad si tenia razón con lo de la tercera persona, no? Amelia no sentías algo ya...

- No, no...Esto fue antes de verla por primera vez. E incluso fue antes de cuestionarme etapas de mi vida y darme cuenta que a pesar de haber tenido siempre relaciones heterosexuales si que me había sentido atraída por mujeres.

- ¿Enserio? Pero si te conozco desde la guardería y nunca me has dicho algo de esto.

- Ya a ver...Ni yo era consciente, al final como me siento también atraída por hombres, no sabía identificar que me pasaba con esas chicas. Es más tía, acuérdate en la uni, que todas las que decían ser bixesuales era básicamente una etapa transitoria, al final pensaba, pues será que es una cosa u la otra.

- Ya eso es verdad, al final si no te atrajeran los dos sería supongo mas fácilmente identificable...

- Bueno pues sigue contándome sobre Amelia ahora que ya estoy centrada...

Pues la siguiente semana me había pedido María que si podía acercarme a una tienda a la salida del trabajo para coger unas cosas para la casa. Total que fui caminando hasta allí porque a pesar que me pillaba algo alejado, hacía un día estupendo y ya sabes lo que me gusta perderme por las calles de Madrid. Pero a la vuelta, pues cogí el tren mas cercano a la tienda porque venia cargada como una mula y al bajar al andén adivina quien estaba sentada leyendo mientras venía el tren. Pues efectivamente, Amelia.

Así que nada, decidí acercarme despacio me puse a su lado y saque el móvil como si hablara...

Salir este fin de...¿ Qué va quién...? Ah una morena de rizos... ya ... como era su nombre..

Eso! Amelia...

En ese momento Amelia levanto su cara y me regalo una de sus sonrisas...

- Vaya, ¿eso no será una propuesta no?

- ¿Cómo?, ah perdona si te he interrumpido la lectura... no pretendía... - Dije mientras la miraba socarrona.

- Jajajajaja... Estas esquivando contestarme no... Y tomarte una cerveza conmigo hoy?

- Pues...la verdad que me viene fatal, voy cargadisima y deseando llegar a casa pero si quieres otro día.

- Y crees que voy a tener la suerte de volverme a encontrar contigo, o me das tu número para poder molestar a otras personas en el tren cuando hable contigo

Y claro que se lo di, si lo estaba deseando ...

Saben de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora