Vida

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Nota: Mikey no quiere verlo, porque él lo conoce como la palma de su mano.

Datos: Perspectiva mía de esta escena, basada en la canción de la multimedia.

Advertencia: Mención de suicidio y matanza. Spoilers del capítulo 190 del manga en adelante.

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Mikey estaba tirado en el suelo, mirando el techo atentamente.

Había herido a mucha gente, mucha gente, no recuerda muy bien que fue lo que pasó.

Recuerda haber explotado como un animal y golpear a todo ser existente que se cruzará en su camino.

Pero no fue su culpa ¿O si? Quizas si lo fué. Pero no pudo evitar exaltarse al escuchar el nombre de sus amigos siendo pronunciado por las escorias a las que se estaba enfrentando.

Recuerda que estaban ganando la pelea, algo que era común pues la Kanto Manji era la pandilla más peligrosa de Tokyo.

No recuerda el nombre de la banda a quien se enfrentaba, pero recuerda exactamente lo que dijo el líder de esta.

-. Tus amigos, muchos de ellos tenían talento para seguir aquí.- Le dijo, soberbio-. Es una lastima que se hayan alejado.

-. Cierra la boca.- Advirtió Mikey.

-. Quizás al único que no hubiera querido tener es a un tal Takemichi, ese chico era una decepción, ni siquiera sabe pelear, lo más asqueroso que necesitamos los ganadores como yo.- El hombre rió fuertemente, pero rápidamente fue lanzado por los aires de un golpe.

Mikey, tan frío e imponente se acercó a paso lento e intimidante. Tomo la cabeza del tipo y la estrelló contra el pavimento.

-. Que tú sucia boca jamás pronuncie el nombre de ellos otra vez, sobre todo el de Ken y el de Takemichi.- Mikey masacro a golpes a aquel hombre después de lo dicho.

Sus subordinados trataron de pararlo, pero no lo lograron, puesto que Mikey les advirtió con la mirada que no se acercarán a el si querían seguir en una sola pieza.

Mikey derribo a más de cuarenta hombres el solo.

Y más por flojera que por cansancio se hecho en el suelo, mirando profundamente el techo de aquella bodega abandonada.

Sanzu se acercó a el y se sentó al lado.

-. Mikey-san, es hora de irnos, tenemos que discutir negocios en la parte del sur.- Habló el chico.

-. Ve tú, no me molestes.- Contestó Mikey.

Sanzu no podía negarse puesto que sabía cómo era su comandante, y él, tan fiel a su rey, no planeaba desobedecerlo.

-. Está bien, le dejaré a alguien para que lo cuide.- Informó Sanzu.

-. No quiero a nadie, lo que quiero es estar solo, ¿Entendiste?.- Mikey gruñó.

-. Lo que diga.- Sanzu se dió media vuelta y salió de la bodega.

Después de un rato en la que Mikey no se movió de ahí, decidió que era hora de irse y hacer cualquier cosa que lo pudiera distraer.

Se subió a su motocicleta y llamo a alguien, espero unos minutos hasta que la llamada fue contestada.

-. ¿Mikey-san?.- La voz de una chica se escuchó del otro lado.

-. Te veré en la cafetería de siempre, adiós.- Después de eso colgó.

Bien, ya tenía algo con que distraerse para que sus impulsos oscuros no lo controlarán.

You And Me -Mitake- One-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora