¡Hola! Está historia será una serie de one-shots de esta linda pareja, la cual me ha encantado desde que la ví.
Espero lo disfruten y viva Tokyo Revengers.
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*Takemichi bottom.
*Mikey top.
*Menciones de otras parejas.
*Universos alternat...
Nota: Mikey de verdad pensó que podría ser felíz de nuevo.
Datos: Mayores de edad, posibles spoilers, universo alterno, mención de enfermedad:
- Fibrosis pulmonar idiopática (FPI): “La fibrosis pulmonar idiopática es una enfermedad crónica que afecta a ambos pulmones de forma difusa.
Se caracteriza por una cicatrización progresiva (fibrosis) que hace que el pulmón pierda flexibilidad, y se deteriore su funcionamiento a lo largo del tiempo. No tiene cura.”
Advertencia: Esto será un poco triste. No soy médica ni se mucho de medicina, hice lo que pude para tratar de escribir adecuadamente referente a este tema, así que por favor, no se guíen demasiado en esto para hacer un diagnóstico por ustedes, vayan mejor a un médico, los tkm.
Dejo otra canción en la que me inspiré:
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Mikey había sentido el alivio cuando fue salvado de la oscuridad a la que estaba sometido.
Todos sus amigos le habían tendido la mano incluso si él los alejo y los daño, pero Mikey agradecía profundamente que lo ayudaron.
Gracias a eso, ahora era pareja de Takemichi, quien lo sacó de la zanja de sufrimiento y mediocridad que el mismo se había impuesto.
Disfrutó cada día de su juventud y adolescencia con Takemichi, saliendo a citas, siendo un caprichoso y consintiendose entre si. Tuvieron una que otra pelea que superaron entre los dos.
Además de momentos difíciles, como la muerte del abuelo de Mikey y la muerte de los padres de Takemichi, pero, reiteró, ese tipo de cosas la superaban juntos, gracias a eso, su relación solo se fortalecía cada día más.
Mikey era feliz con Takemichi, lo amaba con toda su alma y el de rizos también lo amaba con todo su ser.
Estudiaron sus carreras con dedicación, Mikey estudio ingeniería en mecánica y Takemichi bioquímica.
Los dos se habían graduado con honores, aquel día salieron a celebrar con entusiasmo juntó con los demás chicos; tomaron, bailaron y gritaron hasta el amanecer.
Después, Mikey y Takemichi decidieron comprar un pequeño departamento que quedaba justo a medio camino de sus respectivos trabajos.
La pareja era feliz con su departamento, era pequeño pero muy cómodo para sus veinticinco años en aquel momento.
A sus treinta años por fin habían comprado una casa, y poco a poco fueron construyendo un hogar, en dónde sus amigos llegaban para construir momentos.
Vivían felices, con trabajo y comidas caseras por doquier. Mikey se sentía bendecido por tener una vida con el amor de su vida y sus amigos, los cuales eran su familia.
Sentía que la vida ya no lo odiaba, sentía que ahora todo podría estar bien, pero se equivocó.
Las cosas malas estaban empezando a dar señales pequeñas de la tragedia que vendría, pero Mikey ni Takemichi las habían notado.
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