capítulo 6

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Rodó sus ojos con molestia al ver al castaño sonreír grandemente ante el nerviosismo de la pelinegra haciéndola golpear con su codo el costado del castaño dejándolo sin aire ganándose una mala mirada del hombre, sonrió ante su logro mientras volvía a escuchar atenta a su supervisora

- ¿Les parece bien el número de visitas?- pregunta la pelinegra con el ceño fruncido al ver al hombre con los vista fija a la pelirroja con una leve sonrisa -

- para ser sincera me parece que es demasiado- intervino la pelirroja- y a ti ¿ Que te parece Christopher?

- estoy de acuerdo contigo- aceptó haciendo que la pelirroja lo mirara sorprendida- pero si son las necesarias las aceptaremos

- bueno puedo reducir, podría eliminar dos o tres citas

- si puedes hacer eso te estaría eternamente agradecido- concedió el castaño ganándose un suspiro por parte de la pelinegra haciéndolo fruncir el ceño mientras la pelirroja rodaba sus ojos- ¿cierto dul?

- Dulce- corrigió al castaño quién sonrió con diversión- si estaríamos agradecidos- concedió-

- de acuerdo, entonces firmen por acá- dijo la pelinegra con una sonrisa extendiendoles los papeles- y comenzaremos la primera evaluación dentro de dos días, solo quiero advertirles que durante este periodo de tiempo Diego no puede salir del estado y mucho menos del país

- con las ganas que tenía yo de llevarlo a Suecia- susurró el castaño con sarcasmo mientras firmaba le encantaba reirse de sus propias desgracias familiares y por lo visto a la pelirroja también le causaba gracia pues escuchó una pequeña risa proviniendo de ella contagiando su ánimo a él que inmediatamente sonrió-

- lo tendrás que posponer Uckermann- respondió Dulce con un astibo de diversión- ¿ Tienes otras reglas que comunicar Maite?

- para nada-

- entonces supongo que la reunión se ha dado por terminada, no creas que te estoy echando de la casa pero es que tenemos visitas de mis padres y...-

- tranquila, entiendo perfectamente- concedió la pelinegra con una sonrisa mientras se levantaba dirigiéndose a la puerta- será un placer trabajar con ustedes

- lo mismo digo- correspondió el castaño -

La pelirroja rodó sus ojos con molestia encaminandose a la cocina tomando algunas verduras de la refrigerador para proceder a cocinar picándolas con excesiva fuerza, estaba claro que estaba celosa y no perdería el tiempo negándoselo así misma tal cual una adolescente, sin embargo, luchaba porque el castaño no se diera cuenta de sus repentinas molestias o aprovecharía para molestarla formando otra pelea, de todas maneras el castaño ya no le debía nada y podía enamorarse de cualquier chava tan hermosa como lo era su supervisora. Con extrema molestia añadió los vegetales al sartén  para sofreírlos, buscó su teléfono entre la isla de la cocina para luego darse cuenta que lo había dejado en la sala, tomó un profundo respiro maldiciendo por lo bajo mientras se volteaba para ir en su búsqueda encontrándose de frente con el castaño recostado de la isla de enfrente con sus brazos cruzados y ceja alzada dejando su rostro con su seriedad características a la admiración de la pelirroja quien aclaró un poco su garganta

- ¿Que te pasa?- pregunta la mujer con molestia mientras el castaño relajaba su posición apoyando sus manos en la isla -

- eso mismo quisiera saber yo, ¿Que te pasa Dulce?

-¿A mi?, No me pasa lo nada, ¿Que tendría que pasarme?-

- no lo sé, eres tú la que casi rompe la tabla de picar a cuchilladas- declaró el castaño con cierta seriedad, podría tener un año sin verla pero sabía exactamente cuando algo la molestaba o la tenía incómoda- además estás cocinando y yo ya hice el almuerzo

Bebé abordo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora