Accidentally in Lust [Sakuatsu]

Quiero oírte susurrar

Resumen
El corazón de Atsumu se sintió como si hubiera sido arrancado de su pecho en ese momento, con un agujero en forma de Omi dejado a su paso. No podía negarlo por más tiempo. Sakusa le gustaba tanto que se sentía como si hubiera recibido uno de sus servicios de salto en la cara y se hubiera tirado de espaldas. De hecho, decir que le gustaba el tipo era el puto eufemismo del siglo.

...

Una hora más tarde, Atsumu estaba en pie de guerra y planeaba hacer exactamente un prisionero. En su misión de acostarse con algún hombre al azar, sus piernas le habían guiado automáticamente hasta su club favorito en el corazón de Osaka, un lugar que nunca decepcionaba cuando se trataba de proporcionar una multitud de gente atractiva entre la que elegir. Era como si ser un 10 en la escala de belleza fuera un requisito para entrar. Naturalmente, Atsumu lo frecuentaba bastante. Desde que puso un pie allí, Atsumu se fijó en un moreno alto y guapo, que llevaba el pelo peinado hacia atrás de una forma que le hacía parecer muy sexy. No tan bonito o sexy como Omi-kun. El colocador probablemente daría al primogénito de Osamu por pasar la noche tirándose a su enigma de compañero de equipo en lugar de a este tipo, pero debido al desafortunado giro de los acontecimientos eso claramente no era una opción. Atsumu ahuyentó amargamente esas comparaciones con un trago de whisky. Ese imbécil era la única razón por la que estaba aquí en primer lugar. Este pensamiento pareció encender de nuevo la ira y la frustración de Atsumu. ¿Cómo habían pasado de jugar a una inofensiva ronda de Yo Nunca Nunca a que Sakusa le insultara delante de todo el equipo, nada menos que en público, con cara de querer prenderle fuego a Atsumu? Atsumu respiró hondo, frenando momentáneamente su montaña rusa de emociones, puso su sonrisa más seductora, la que nunca le había fallado en todas sus noches de diversión, y se deslizó hacia donde estaba su objetivo seleccionado.

"Estás caliente, yo soy sexy, ¿qué te parece si dejamos este lugar y nos conocemos en tu cama?" A veces, ser directo era la forma más fácil de meterse en los pantalones de un hombre, y Atsumu tenía la apariencia y la seguridad para lograrlo. El hombre del bar (cuyo nombre preguntó, pero que olvidó inmediatamente) le devolvió sus coquetas insinuaciones con una sonrisa, canceló la cuenta y metió a Atsumu en un taxi.

Atsumu estaba tan borracho que apenas podía pensar y mucho menos caminar. Intentaba evitar caerse encima de ese tipo al azar mientras intentaban simultanear los juegos previos con el camino hacia su puerta. Había pasado un tiempo, pero por suerte sus habilidades seguían en plena forma, como demostraba el lujoso rascacielos en el que el taxi los dejó. Buen trabajo eligiendo a este Tsumu, todavía lo tienes.

Las cosas empezaron a calentarse con la ropa volando tan pronto como pasaron el umbral del apartamento, las manos agarrando el pelo, los labios chocando. Ni siquiera había besado a Omi en los labios antes, ¿por qué lo estoy haciendo con este tipo? Fue todo descuidado y apresurado y equivocado.

"Omi—Mierda, quiero decir....mierda. ¿Cuál es tu nombre?" Atsumu parecía un ciervo atrapado en los faros. Su deseo más profundo se filtraba por las grietas de su máscara de playboy.

"Estoy bien, vete", dijo el tipo sin perder el ritmo.

"¿Qué...?"

"Un desliz de nombre podría ser aceptable una o dos veces, pero esa era la quinta vez que decías una versión masacrada de 'Omi'. Está claro que te estás acostando conmigo para olvidar a tu ex o lo que sea y no está funcionando, así que te sugiero que te vayas a casa. Ahora". Se llevó la mano a los calzoncillos mientras Atsumu se quedaba un poco boquiabierta, intentando comprender lo que estaba pasando.

"Sí, probablemente sea lo mejor". El corazón de Atsumu no estaba en esto, para empezar. ¿Qué coño estoy haciendo aquí? Actuando como un niño porque no conseguí lo que quería. Es tan patético.