haunted by a couple big mistakes,
she covers all the dents with the way she decorates
!!!!!TEMAS SENSIBLES. POSIBLES TRIGGER WARNINGS: ABUSO DE DROGAS, ALCOHOL, DEPRESIÓN, PENSAMIENTOS INVASIVOS. LECTURA BAJO DISCRECIÓN PROPIA!!!!!
JAMES POTTER
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—TIENES QUE ESTAR BROMEANDO.
—Oh, lo digo muy en serio.
—Pero esto es enorme Ashton-
—Perra —Ashton miró a Charlie directo a los ojos—, lo sé.
Ambas estaban sosteniendo una muy arrugada invitación en las manos. El pergamino rezaba «HALLOWEEN FIESTA-A-PALOOZA INTER-CASAS 1976» en letras doradas sobre un fondo de fuegos artificiales que "explotaban" una y otra vez sin parar. Ashton tenía bastante claro que esa era una obra de los merodeadores, o al menos de Sirius. Lo sabía porque había sido el mismísimo Sirius Black quien le entregó la invitación, acompañada de un guiño juguetón y un «te dije que te lo compensaría» susurrado al oído.
Casi podía haberlo besado.
Verán, Ashton no tenía bastantes oportunidades de vender a lo grande. Mucho de lo que podía distribuir durante el año lo hacía en secreto, en pasillos oscuros y fríos o en salones de clase desolados. No podía arriesgarse a que la atrapasen pasando exxies en medio del patio durante el receso. Pero esto... Esto era algo completamente fuera de serie. ¿Una fiesta? ¿Con todas las casas? ¿En plena noche de brujas? Era como el cielo de los dealers. Ashton casi pudo imaginarse a si misma nadando en galeones. La abuela Rose iba a recibir dos pares de calcetas en vez de uno esa navidad.
—Tenemos un montón de trabajo —dijo Ashton en un suspiro, pero lo dijo en una forma que significaba «estoy jodidamente lista para drogar a media escuela».
Luego de eso, pasaron toda la tarde planeando su estrategia. Gracias a sus esfuerzos durante el verano, Ashton tenía en ese entonces un arsenal del tamaño de una pequeña farmacéutica.
Gracioso lo que juntarse con los chicos (in)correctos era capaz de conseguirle.
Los conoció hacían ya un par de años. Johnny Adler, asiduo comprador de la pequeña tienda de conveniencia de la abuela Rose, fue el primero de ellos. Johnny fue el que le vendió las primeras píldoras, que en ese momento, una inocente Ashton de catorce años usó para calmar los dolores de ciática de su abuela.
Adler, mañoso como era, vió en Ashton la oportunidad de expandir su negocio a otras aguas, aprovechándose de alguien más ingenuo en el proceso. Al principio Ashton se rehusaba a meterse en algo como eso, pero luego de probar algunas de las "pildoritas divertidas" por sí misma (y escuchar la cantidad de dinero que Adler hacía por semana), se dió cuenta de que aceptar el negocio que Johnny le había ofrecido era una oportunidad. Probablemente una de las pocas que tendría en su vida.