‎‎‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‎‎‏‏‎010. san potter, patrono de las causas perdidas

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‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ASHTON ESTABA LÍVIDA. Durante algunos segundos no fue capaz de decir nada. Ni siquiera de fingir alarma o sorpresa.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —¿Donde está?

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ Fue entonces cuando vió la camilla siendo llevada a toda velocidad a través del pasillo y el mundo se le vino abajo. No pudo oír nada luego de eso, apenas un pitido ensordecedor. Quizo correr y abrazarse a Tibby y decirle lo mucho que lo sentía, pero las piernas no le respondían. Se quedó allí, inmóvil, contemplando a la gente ir y venir como si estuviese viendo una escena en cámara lenta. En algún punto Charlie empezó a sacudirla, gritándole incoherencias que apenas llegó a discernir.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —Escucho borroso —llegó a articular antes de que el mundo se convirtiera en una mancha de colores difuminados.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ Cuando realmente volvió en sí se percató que estaban en la habitación que Charlie y ella compartían. Ella estaba sentada en su cama. Charlie, por su parte, caminaba en círculos, revolviéndose el cabello en un visible estado de pánico. Ashton desvió la mirada, sus ojos cristalizados perdiéndose en el papel de pared floreado que cubría las paredes. La imagen empezaba a desenfocarse lentamente.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —Esto es malo. Esto es muy muy malo. ¿Qué demonios vamos a hacer, Ashton?

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ Ashton miraba fijamente a la nada. La boca le sabía a arena.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —No lo sé —confesó.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —¿Cómo carajos vamos a explicar esto?

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —No lo sé.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —¿¡Que le va a pasar a Tibby!?

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —¡¡No lo sé, Charlie!! ¡¡No lo sé!! ¡¡No lo sé, ¿okay?!! —gritó, presa de un insondable pánico— ¡¡No se supone que esto pasaría!!

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ No sabía exactamente cuando fue que Charlie la abrazó, o cuando empezó a llorar de esa forma tan sórdida que a uno le desgarra el alma. Lo siguiente que recordó fue tener el rostro húmedo y helado. Miró a su amiga, que le limpió rápidamente con las mangas de su suéter multicolor y se dio cuenta de que estaba tratando de ser fuerte por ambas. Ashton creía que lo más sensato que podía hacer Charlie era darle una bofetada de esas que posiblemente te recolocan la cara. En vez de eso, como la diosa misericordiosa que era, le acomodó el cabello tras las orejas. Tomó a Ashton por los hombros y asintió varias veces, tratando de demostrar falsa calma.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —Todo va a estar bien. ¿Okay? Tibby va a estar bien. Yo... déjame... yo iré a buscar ayuda. ¿Si? ¿Quieres agua? ¿Necesitas algo?

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ Ashton negó. Incluso en ese estado, Charlie seguía velando por ella. No se la merecía.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —Vuelvo en un minuto.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ La puerta de la habitación se abrió de golpe.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —¡Charlie!

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ Era James. Su pecho subía y bajaba, agitado y sus mejillas estaban completamente rojas. Se notaba a leguas que había ido corriendo.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —¡James! —chilló ella, envolviéndolo en un abrazo apretado.

‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ ‎‏‏‎ —Charlie, esto es muy malo.

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⏰ Última actualización: Jul 27, 2023 ⏰

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