02

891 117 11
                                    

"No... no contesta", San gimió, derrotado dejando caer sus manos al sofá. Con insomnio, dolor de cabeza por haber llorado tantas horas y sintiéndose como un bebé, Seonghwa no contestaba su teléfono desde la mañana del día de ayer y ya eran las nueve de aquel día.

Wooyoung estaba arrodillado frente a él. Acariciando sus rodillas temblorosas pensando en que San cualquier momento se desplomaría del cansancio y la angustia.

San, ya con 26 años, no podía creer que su relación estuviese tan deshecha como lo estaba.

No sabe como, ni cuando sucedió exactamente, que las mariposas que sentía al ver a Seonghwa y Wooyoung compartiendo caricias o besos se transformaron en unos celos incontrolables hacia Seonghwa, San no se explica como pasó de ver a Wooyoung como el amor de su vida por tantos años a en un par de semanas una amenaza que le quería alejar de Seonghwa. No podía aceptarlo, había algo en él que había marchitado su amor por su primer novio, las ganas de apartar a Wooyoung y tener a Seonghwa para si mismo eran incontrolables, el gusto que tenía de ver el rostro descompuesto del menor cuando Seonghwa le daba atención le llenaba de felicidad, ¿Cómo llegaron a ese punto?¿y por qué Wooyoung se sentía de la misma manera que él?

Las peleas iban y venían, acumulándose como una torre de piedras disparejas, y cuando era demasiado, la torre se caía, Seonghwa se iba, y ellos peleaban, un ciclo sin fin donde ninguna disculpa ni solución era dicha y Seonghwa volvía hacia ellos. San estaba tan cansado de todo esto, pero era algo que era inevitable, cuando veía provecho sobre Wooyoung para hacerle enojar nada podía detenerlo, y lo mismo con Wooyoung, cuando el pelinegro lo hacía, los celos le cegaban y terminaba causando un desastre.

La mañana anterior, San había estado feliz, porque Seonghwa le había saludado con un beso en su cabello púrpura antes de tomar desayuno. Pero Wooyoung lo había visto, y la cólera había inundado a San cuando este interrumpió el lindo momento quejándose porque él había sido demasiado mimado esa semana, ¡¿Y qué con Wooyoung?! El día anterior recibió un beso de buenas noches más largo de parte de Seonghwa y San no se había quejado por poco, ¿por qué debía siempre meter su nariz cuando Seonghwa era lindo consigo? Gracias a eso, comenzó a sacar los trapitos al sol como un lunático, por poco insultando al que se suponía, era su novio. Terminó por derramar su café en la encimera cuando Wooyoung le tiró una tostada enojado, y solo bastó un minuto para que Seonghwa saliese furioso del departamento que compartían sin decir una palabra. Con aquello, San volvió a enloquecer, gritándole a Wooyoung que todo era su culpa, el departamento volviéndose en un campo de batalla mordaz porque ninguno de los dos estaba dando su brazo a torcer con sus celos. Y San estaba tan cegado, que cuando escuchó como un marco de fotos era destruido a un costado de Wooyoung por él habérselo lanzado en un ataque de rabia, es que terminó por callarse y caer al suelo en un ataque de llanto, porque había intentado atacar a Wooyoung de nuevo, el piso de su sala lleno de vidrios rotos y una fotografía de ellos dos abrazados rasgada por el golpe.

Wooyoung había reaccionado al ver a San en el suelo, olvidándose de la pelea, lo intentó calmar esquivando los vidrios rotos y sosteniendo ese cuerpo tembloroso.

San no se hubiese perdonado lastimar a Wooyoung, no de nuevo. Y esa noche fue consolado por su otro novio mientras lloraba sin parar pidiéndole perdón. Pero ninguno de los dos pudo dormir por la angustia de no saber el paradero de Seonghwa, ni Hongjoong, ni Mingi, ni Yunho, sus mejores amigos, les habían respondido para saber de él.

"Intenta de nuevo, ¿si?", le habló Wooyoung, con calma, cuando la treceava llamada mandó al buzón de voz.

San se secó las lágrimas, sintiendo las caricias de Wooyoung en sus rodillas en señal de ánimo. En momentos así, donde ambos estaban solos, San se olvidaba de todo lo malo que estaba sintiendo por Wooyoung y creía que el amor que le tenía seguía intacto allí en su corazón, pero la presencia de Seonghwa borraba todo aquello.

𝑻𝑶𝑿𝑰𝑪 𝑩𝑶𝒀𝑺 ⸗ ʷᵒᵒˢᵃⁿ #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora