𝑻𝑶𝑿𝑰𝑪 𝑩𝑶𝒀𝑺 ⸗ ʷᵒᵒˢᵃⁿ #4

06

Seonghwa no había vuelto en ningún momento luego de un par de días, el departamento lúgubre y desordenado en silencio en todo momento porque San realmente no tenía ganas de hablar y Wooyoung tampoco, todas las cosas estaban en el mismo lugar que siempre, y la vajilla sucia se acumulaba cada día en el lavaplatos de la cocina, San no tenia la cabeza suficiente como para llegar a hacer otra cosa más que asearse personalmente y dormir en la noche luego de trabajar, y Wooyoung tampoco parecía estarlo.

Tampoco sabían el paradero de Seonghwa, según los amigos de su ex novio, ninguno de ellos le había visto en el último día y tampoco parecían saber sobre su reciente ruptura amorosa, y la preocupación de San crecía desmesuradamente cada día, ¿Dónde estaba Seonghwa?¿como estaba él, estaría tan mal como San y Wooyoung?¿por qué no volvía al departamento con ellos?

La cabeza de San daba vueltas todo el día, siéndole incapaz de poder concentrarse en el trabajo por más de un par de minutos, y eso le estaba pasando la cuenta sin realmente quererlo.

"San", salió de sus pensamientos al oír la voz de Wooyoung, estaba sosteniendo un gatito pequeño que había venido a vacunarse y la niña pequeña que estaba allí con sus padres dentro de la consulta lo miraron extraño, San se cohibió, no era su intención desconcentrarse y lucir perdido en medio de las consultas, pero era algo que escapaba de su capacidad en ese momento, "¿Por qué no vas a tomar algo de aire?", sugirió Wooyoung. San miró a su alrededor, de alguna forma sentía que las paredes se movían y estaba algo perdido en su propio entorno, así que no tardo demasiado en asentir de acuerdo, realmente necesitaba despejarse y tomar aire antes de volverse loco.

"Perdón", musitó, Wooyoung le sonrió de forma tranquila, diciéndole en silencio que no debía preocuparse por eso, y a pasos cortos y cabeza gacha arrastró los pies para salir de la consulta.

"Ahora, pequeña, ¿quieres ayudarme sosteniendo a bigotes?", escuchó a Wooyoung seguido del gritito emocionado de la niña.

San ignoró la mirada extrañada que le dio Sumin en la recepción, realmente no podía lidiar con nadie en ese momento ni tampoco hacer frente a que lo miraban como si hubiese algo malo en él, San sabía que era cierto, pero que se lo recalcaran con solo mirarlo solo le hacía sentirse peor.

Se sentó en la asolera de la calle apenas salió de la veterinaria, el día no era el más lindo de todos, de hecho estaba tan nublado que a San se le encandilaban los ojos con solo mirar al cielo, así que solo se dedicó a aspirar aire y mirar la calle poco transitada, aún era temprano, ni si quiera era la hora de almuerzo, así que no habría mucha gente caminando ni autos pasando, eso le agradaba, no era un silencio total pero tampoco estaba lleno de bullicio que pudiese atormentarle más la mente.

Metió las manos a sus bolsillos ya que no podía mantenerlas quietas en ningún momento, pero en la derecha sintió un papel doblado dentro del bolsillo, y con curiosidad lo sacó de su uniforme para desdoblarlo y ver que era, a lo mejor era una simple boleta del supermercado.

No lo era, era el número de contacto de la terapia en parejas.

San no recordaba tenerlo en alguna parte de sus bolsillos, de hecho se le había olvidado por completo que durante un tiempo realmente estuvo dispuesto a ir a terapia junto a Wooyoung y Seonghwa, pero el miedo y el sentimiento de que él podía controlar todo siempre había sido más fuerte, su orgullo impidiéndole ver por su propio bienestar con la ayuda de otra persona. Pero con solo leer de nuevo el papel, una ola de emociones le embargó de pies a cabeza y sus ojos se nublaron con desdicha, capaz si hubiese pedido ayuda antes, si le hubiese hablado a Seonghwa y Wooyoung sobre ir a terapia, ahora mismo no estaría con el estómago apretado durante todo el día y con una relación rota y otra a punto de enloquecer.