A pesar de haberse negado en primera instancia, llevaba ya diez minutos esperando a que el avión de Minho aterrizara. Si había algo que Adelaida adoraba era conducir, no muchas veces la dejaban hacer tramos largos y esta era su oportunidad para poner la música a tope y conducir por poco más de una hora hasta el aeropuerto de Londres.
No sabía porqué estaba tan nerviosa, pero no podía dejar de caminar de un lado a otro mirando la pantalla que avisaba los vuelos que salían y llegaban.
De pronto sintió que algo tiró de su chaqueta hacia abajo interrumpiendo sus pensamientos, miró hacia atrás pensando que se había quedado enganchada en un asiento pero al darse vuelta vio a una pequeña niña saludándola desde abajo.
-hola princesa- dijo la pequeña moviendo su mano llena de anillos de plástico de todos los colores . Tenía un pequeño abrigo color rosa y lucía botas de agua del mismo color.
-¡qué lindo abrigo!- dijo Adelaida agachándose. No veía nadie a su alrededor pero después de todo el aeropuerto estaba rebosante de gente moviéndose hacia todos lados -¿donde están tus padres?
La pequeña se dio la vuelta, pero no parecía vislumbrar a nadie que estuviera yendo en su dirección. De pronto su cara de felicidad por haberla conocido se transformó en una de angustia, estaba perdida, comenzó a correr y Adelaida salió tras ella hasta que se detuvo y metió su cabeza entre sus piernas para largarse a llorar sentada en el piso.
Adelaida la tomó en brazos, no debía de tener más de cuatro años, era realmente liviana y ella se colgó de su cuello.-vamos a buscar a tus padres, ¿cómo te llamas?- preguntó ella mientras se secaba las lágrimas
-Cynthia- dijo la niña sin dejar de llorar
-okey Cynthia, ¿dónde fue la última vez que los viste?- ella comenzó a pensar mirando hacia todas partes mientras se acomodaba en los brazos de Adelaida y se secaba sus lágrimas
-En esa tienda, mi padre estaba comprando algo- dijo ella al borde de largarse a llorar nuevamente. Adelaida comenzó a caminar en esa dirección en contra la gente pero no parecía haber nadie que ella reconociera.
-esperemos aquí a que vengan por ti- vió como la niña comenzaba a hacer un puchero mientras se aferraba a su cuello- ¿quieres un dulce?- ella asintió aún a punto de llorar. Entraron a la tienda de recuerdos y recorrieron el estante de golosinas completo mientras ella solo sacaba y lo retenía en sus pequeñas manos, era realmente adorable. A medida que iba sacando cosas parecía lentamente olvidar que estaba perdida.
De pronto su teléfono comenzó a sonar, era Denver-hey, ¿donde estas?
-en el aeropuerto- respondió Adelaida intentando hacer equilibrio- vine por Minho, luego te llamo. Colgó el teléfono antes de que su brazo derecho se cansar de sujetar a Cynthia que se aventaba cada segundo por un dulce nuevo.Adelaida sacó para ella una última barra de chocolate y fueron a la caja a pagar todo mientras ella aplaudía aún secándose sus lágrimas.
-¿cómo son tus padres?- preguntó Adelaida
-mi madre tiene el cabello naranja como el mío, es muy linda- explicó ella abriendo una bolsa de gomitas dulces.
Se sentaron en la única banca libre frente a la tienda a comer mientras Adelaida veía si había alguna madre que desesperadamente se acercara a ellas.-¿tienes novio?- preguntó de pronto mientras sacaba ositos de goma de la bolsa.
-oh no, ¿tú tienes novio?- preguntó Adelaida a la chica quien miraba fijamente hacia él frente mientras movía sus pies que colgaban de la banca
-¿y quién es ese chico? Nos está mirando hace rato- dijo ella apuntando hacia adelante. Adelaida sorprendida de su buena vista vislumbró a Minho caminando a lo lejos con dos maletas enormes, una mochila en su espalda y lleno de bolsas en ambas manos.
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Normanby
General FictionLa única misión que tenía Adelaida era terminar en paz la universidad sin que su abuela, la reina de Europa, se interpusiera en su camino. Sin embargo una serie de eventos llegan a alterar su controlada y premeditada vida; al mismo tiempo en que co...