Capítulo 6

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A pesar de haberse negado en primera instancia, llevaba ya diez minutos esperando a que el avión de Minho aterrizara. Si había algo que Adelaida adoraba era conducir, no muchas veces la dejaban hacer tramos largos y esta era su oportunidad para poner la música a tope y conducir por poco más de una hora hasta el aeropuerto de Londres.
No sabía porqué estaba tan nerviosa, pero no podía dejar de caminar de un lado a otro mirando la pantalla que avisaba los vuelos que salían y llegaban.
De pronto sintió que algo tiró de su chaqueta hacia abajo interrumpiendo sus pensamientos, miró hacia atrás pensando que se había quedado enganchada en un asiento pero al darse vuelta vio a una pequeña niña saludándola desde abajo.
-hola princesa- dijo la pequeña moviendo su mano llena de anillos de plástico de todos los colores . Tenía un pequeño abrigo color rosa y lucía botas de agua del mismo color.
-¡qué lindo abrigo!- dijo Adelaida agachándose. No veía nadie a su alrededor pero después de todo el aeropuerto estaba rebosante de gente moviéndose hacia todos lados -¿donde están tus padres?
La pequeña se dio la vuelta, pero no parecía vislumbrar a nadie que estuviera yendo en su dirección. De pronto su cara de felicidad por haberla conocido se transformó en una de angustia, estaba perdida, comenzó a correr y Adelaida salió tras ella hasta que se detuvo y metió su cabeza entre sus piernas para largarse a llorar sentada en el piso.
Adelaida la tomó en brazos, no debía de tener más de cuatro años, era realmente liviana y ella se colgó de su cuello.

-vamos a buscar a tus padres, ¿cómo te llamas?- preguntó ella mientras se secaba las lágrimas

-Cynthia- dijo la niña sin dejar de llorar

-okey Cynthia, ¿dónde fue la última vez que los viste?- ella comenzó a pensar mirando hacia todas partes mientras se acomodaba en los brazos de Adelaida y se secaba sus lágrimas

-En esa tienda, mi padre estaba comprando algo- dijo ella al borde de largarse a llorar nuevamente. Adelaida comenzó a caminar en esa dirección en contra la gente pero no parecía haber nadie que ella reconociera.

-esperemos aquí a que vengan por ti- vió como la niña comenzaba a hacer un puchero mientras se aferraba a su cuello- ¿quieres un dulce?- ella asintió aún a punto de llorar. Entraron a la tienda de recuerdos y recorrieron el estante de golosinas completo mientras ella solo sacaba y lo retenía en sus pequeñas manos, era realmente adorable. A medida que iba sacando cosas parecía lentamente olvidar que estaba perdida.
De pronto su teléfono comenzó a sonar, era Denver

-hey, ¿donde estas?
-en el aeropuerto- respondió Adelaida intentando hacer equilibrio- vine por Minho, luego te llamo. Colgó el teléfono antes de que su brazo derecho se cansar de sujetar a Cynthia que se aventaba cada segundo por un dulce nuevo.

Adelaida sacó para ella una última barra de chocolate y fueron a la caja a pagar todo mientras ella aplaudía aún secándose sus lágrimas.

-¿cómo son tus padres?- preguntó Adelaida

-mi madre tiene el cabello naranja como el mío, es muy linda- explicó ella abriendo una bolsa de gomitas dulces.
Se sentaron en la única banca libre frente a la tienda a comer mientras Adelaida veía si había alguna madre que desesperadamente se acercara a ellas.

-¿tienes novio?- preguntó de pronto mientras sacaba ositos de goma de la bolsa.

-oh no, ¿tú tienes novio?- preguntó Adelaida a la chica quien miraba fijamente hacia él frente mientras movía sus pies que colgaban de la banca

-¿y quién es ese chico? Nos está mirando hace rato- dijo ella apuntando hacia adelante. Adelaida sorprendida de su buena vista vislumbró a Minho caminando a lo lejos con dos maletas enormes, una mochila en su espalda y lleno de bolsas en ambas manos.

NormanbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora