Capítulo 7

2 0 0
                                    

Eran las seis de la mañana y a pesar de que sus párpados caían del sueño, se le hacía imposible.

Sentía una brisa helada entrar por algún lugar del apartamento pero estaba segura de que la noche anterior al llegar había cerrado todo. Se levantó arrastrando sus pies descalzos por el suelo, la sala estaba helando y completamente a oscuras.

Naomi dormía en su cuarto al igual que cuando había llegado aquel día por la noche, la diferencia era que una de las dos ventanas de la sala estaba completamente abierta, incluso la cortina llegaba a volarse del viento que soplaba. Extrañada, la cerró no sin antes mirar por la ventana, no había absolutamente nadie en la calle. Naomi era una persona aún más friolenta que ella, le parecía extraño que hubiera abierto la ventana cuando el invierno estaba a la vuelta de la esquina. Miró la sala pero todo estaba en orden, pero comenzó a dudar si alguien sería capaz de escalar tres pisos por la muralla para entrar a su apartamento. Imposible.

En función de la hora y que no podía volver a dormir simplemente se alistó para salir a su clase que era en un par de horas. Se dio una ducha, se puso un poco de maquillaje, jeans, zapatillas y una sudadera color gris, por primera vez se estaba arreglando como siempre debía de hacerlo pero prefería sumar horas de sueño. Comenzó a preparar café y a pelar algunas frutas para desayunar, de pronto recordó que el día se acercaba.

Inglaterra ya estaba en la final, y al día siguiente haría su primera aparición pública con Minho que no veía desde hace dos días. Algo decepcionada con el hecho, simplemente supuso que estaba algo ocupado en el hospital.

Naomi apareció en la cocina con su pijama negro y su cabello completamente enmarañado, aún ni siquiera abría sus ojos

-¿porque hace tanto frío?- preguntó ella

-estaba abierta la ventana, ¿la dejaste abierta anoche?- preguntó Adelaida esperando que dijera que sí, pero ella simplemente pareció abrir sus ojos

-¿por qué haría eso?- ambas se miraron -tal vez hay un fantasma aquí

-No digas esas cosas, ¿quieres fresas?- su amiga simplemente se sentó en el banco y le arrebató su tenedor para comenzar a comer

-¿deberíamos usar algo lindo mañana?- preguntó Naomi

-habrán fotógrafos, así que creo que deberíamos- dijo Adelaida levantándose del asiento- me iré a clase, te veo a la tarde

-¡hey!- gritó ella antes de que saliera por la puerta- hoy Iñaki tiene la noche libre, deberíamos salir a comer...invita a Minho, quiero conocerlo

-está bien- dijo Adelaida tomando su mochila y saliendo por la puerta.

El piso estaba mojado como todos los días cuando el invierno estaba a la vuelta de la esquina, las cuatro capas de ropa que llevaba puestas cada día eran más que el día anterior. De pronto a lo lejos vió a un chico salir del edificio que había visitado hace ya algunos días y su teléfono comenzó a vibrar. Era Minho. Él mismo caminaba en su dirección mirando hacia el piso, Adelaida simplemente le colgó la llamada y él miró extrañado su teléfono para luego levantar la cabeza y saludarle con la mano.

-¿desayunaste?- preguntó para nada impresionado

-si- respondió Adelaida mientras él guardaba su teléfono- hey recuerda que mañana iremos al partido, tienes que lucir genial

-yo siempre luzco genial- dijo él y no era algo que ella pudiera rebatir. Lucia tenis, una gorra, pantalones anchos color café y un abrigo negro. En ese minuto definitivamente parecía un personaje sacado de una película, su estilo era muy distinto a lo que usaban los chicos de su edad en Londres, incluso sin ver su rostro se podía diferenciar entre la multitud.

NormanbyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora