Nadie te creyó nunca.
Todos creían que eran tonterías.
Pero ahí estaban otra vez las voces.
Gritabas que se vayan.
Pero ellos estaban ahí.
Te perseguían a cada lugar que ibas.
Terminaste tirado en el suelo.
Delirando.
Te ayudaron a levantarte.
Mentiste que estabas bien.
Bajaste hasta la estación de trenes.
Ibas a subir al siguiente tren.
Pero de nuevo las voces.
Corrieste hacia los rieles.
La velocidad del tren no paraba.
Y después de tanto tiempo.
Las voces se callaron.
ESTÁS LEYENDO
Imperfecta Sociedad.
PoetryEn un mundo en el que todos fingimos. Hay personas que tienen mucho que contar.