Dejaste que todos te utilizaran.
Te burlaste de ti mismo,
una y otra vez.
Volvias reiteradas veces
al mismo lugar.
Al lugar
en donde
comenzó todo.
Y lloraste,
como lo habías hecho
tantas veces.
Porque desde ahí
dejó de importarte todo.
Desde ahí,
tu mundo cayó a pedazos,
y los fragmentos
terminaron perdidos
entre los escombros
que quedaban aún
de ti.
Eras el vacío
entre la inmensidad.
Eras
(y serás)
el de los pensamientos
perdidos,
las esperanzas
marchitas
y las ganas de desaparecer.
Eras
y serás.
Aunque
nunca fuiste.
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Imperfecta Sociedad.
PoetryEn un mundo en el que todos fingimos. Hay personas que tienen mucho que contar.