Thomas.

47 5 0
                                    

Dejaste que todos te utilizaran.

Te burlaste de ti mismo,

una y otra vez.

Volvias reiteradas veces

al mismo lugar.

Al lugar

en donde

comenzó todo.

Y lloraste,

como lo habías hecho

tantas veces.

Porque desde ahí

dejó de importarte todo.

Desde ahí,

tu mundo cayó a pedazos, 

y los fragmentos

terminaron perdidos

entre los escombros

que quedaban aún 

de ti.

Eras el vacío

entre la inmensidad.

Eras

(y serás)

el de los pensamientos

perdidos, 

las esperanzas

marchitas

y las ganas de desaparecer.

Eras

y serás.

Aunque

nunca fuiste

Imperfecta Sociedad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora