Eve.

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Y no sabías que más hacer.

Ya nada te llenaba y aún te sentías vacía.

Las lágrimas ya no sólo eran externas.

Todo tu cuerpo lloraba en tu interior.

Tu corazón latía fuerte.

Bombeaba sangre a tu cabeza.

Y no sabías en que más pensar.

Los pensamientos te atormentaban.

Se arremolinaban.

Y terminaron,

por dejarte sin respiración.

Imperfecta Sociedad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora