Casada con el diablo (Ryomen Sukuna X Lectora) (+21)

Capítulo 4: Enfrentamiento

—Es amigo de Sukuna...

—Así es, mejores amigos.

—...

—Creo que  él no está aquí...Uraume dijo que vendría en eso de las 6:00 pm.

—Sí por eso justo estoy aquí.

—¿Ah?

—Aquella vez...dijiste que no querías estar aquí, ¿Cierto?

Abrí los ojos en sorpresa, al parecer Gojo Satoru si me había escuchado. Estaba algo serio,  no estaba segura si me miraba fijamente por esa extraña banda que tenía cubriendo sus ojos.

—Yo...

—He venido a buscarte.

—¿Q-Qué?

Era un atrevido, sonreía y al mismo tiempo parecía entender mi situación aún si no le había contado nada.

—Vámonos—Dijo poniéndose de pie—De prisa, antes de que Sukuna venga y se compliquen las cosas.

—Espere un momento, ¿Q-Qué me está diciendo? ¿Cómo que nos vamos? No lo conozco, si me voy con usted Sukuna es capaz de

—Shhh—Puso un dedo en mis labios—Soy Gojo Satoru, el más poderoso, ven conmigo y yo te protegeré.

—Pero...¿Por qué?

—Vámonos.

Gojo me tomó de la mano y me condujo afuera del jardín, caminamos por los pasillos yo con un miedo absoluto que casi me impedía caminar, Gojo parecía casi arrastrarme. ¿Qué estaba pasando? Llego a una nueva ciudad, me topo con un mafioso que me tiene como su esclava y ahora otro tipo me saca de su casa y me lleva con él. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué clase de destino tan torcido e inexplicable con poco sentido me ha tocado?

Justo antes de salir de la puerta  de la casa escuchamos la voz de Uraume gritar mi nombre, no quise voltear y simplemente cerré los ojos. Me sentí flotando para percatarme al abrir nuevamente los ojos que Gojo me tenía cargada entre sus brazos, se dirigió a Uraume con una sonrisa mientras decía:—Mis hombres están aquí, no hagas nada raro porque una bala puede estar en pocos segundos en tu cabeza y dile a Sukuna que me llevo a la chica porque Gojo Satoru es sencillamente genial y toma lo que quiere.

Tan pronto como salimos de la casa estábamos rodeados por hombres de Gojo con armas, nos subimos a un auto y su chofer condujo sin detenerse. Aún estaba en las piernas de Gojo con mi cabeza oculta en su pecho sintiéndome mojar su fino traje mientras él a manera de consuelo acariciaba mi cabeza.

—Ya ya, no llores (...). ¿Así te llamas, verdad?

—Sí...

—Te prometo que nadie volverá a obligarte a hacer cosas que no quieres, desde ahora en adelante sólo tú elegirás. Es una promesa.

Las palabras del albino me llegaron al corazón pero no era tan ingenua para creer en la bondad de la gente sólo porque sí, yo más que nadie sabía que Gojo Satoru estaba interesado en mí por el simple hecho de que Sukuna también lo estaba. Al parecer ambos hombres eran rivales y Gojo no solamente era poderoso, era infantil e inmaduro, gozaba de hacer enojar a Ryomen Sukuna el llamado Rey del infierno y líder de la secta. Esa tarde cuando llegué a la mansión de Gojo sus empleados me trataron con una amabilidad complaciente, sin embargo tan pronto como me di una ducha y me vestí fui al comedor donde Gojo Satoru me esperaba para cenar.

—Gojo Satoru.

—Dime Satoru, (...), estamos en confianza.

—Satoru...gracias por sacarme de ese lugar.

—De nada, disfruté  mucho salvar a una damisela en peligro como tú, soy un tipo de príncipe ¿No?

—....

Tenía  aires arrogantes sumado a infantilismo que no sé si era molesto o simplemente divertido.

—Entonces, Ven y siéntate. Cena con tu príncipe encantador.

—En realidad...vengo a hacerle una petición.

—¿Qué necesitas? Cualquier cosa que quieres tú pídelo y yo te lo daré.

—Soy consciente de la razón porque me sacó de la casa de Sukuna, no fue por amabilidad, fue por interés  propio. Se lo agradezco con todo el alma, sin embargo quiero hacerle una última petición, por favor...ayúdeme a salir de la ciudad.

—Oh...eres una chica lista. Aún así no pienses tan mal de mí, soy un tipo agradable.

—Lo sé.

—Y pues me encantaría ayudarte pero lamentablemente sacarte de aquí sin que Sukuna se entere por el momento es imposible.

—Usted dijo que era más poderoso que él.

—Hmm, honestamente estamos en igualdad pero ahora estoy en ventaja contigo aquí.

—¿Qué?

Nuestra conversación fue interrumpida cuando una empleada irrumpió en el comedor sin avisar:—Gojo Satoru-Sama, Ryomen Sukuna acaba de pasar el portón de afuera viene furioso y con sus hombres.