Cap. 19

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Cancion: Eminem - Lose Yourself


Erika
-Erika, lo lamento, puedo cambiar...

—No vas a cambiar, ya eres así. Tal vez al principio hagas el esfuerzo, pero volverás a lo mismo tarde o temprano. Es la forma en la que te criaron y está ligada a tu esencia. Ya déjalo, supérame y sigue con tu vida.

—Erika, tu madre está muy mal.

-Mi madre es una mujer egoista que la única forma de estar bien con ella es que todo se haga a su manera, si no es así simplemente te da la espalda. Alejarme de ella me viene bien por ahora. Tendría que haberlo hecho antes.

-Te amo.

- Roger, basta! No sigas! No voy a volver contigo, ni ahora, ni más adelante, ni nunca. -aparto el teléfono y pido otro gin tonic-. Voy a colgar.

-¡No! ¿Estás bebiendo alcohol a esta hora? ¿Y en hora de trabajo?

-Si, lo estoy y en cuanto termine voy a ir a tener sexo con mi vecino. No vuelvas a llamar.

-Erika...-corto la llamada al mismo tiempo que el barman coloca la bebida frente a mis ojos.

-Mi exnovio pesado—le digo al hombre, quien se echa a reír.

-Estuvo bueno decir que vas a tener sexo con el vecino.

-¿Quieres tener sexo?

-Si, pero no contigo aunque seas preciosa.

-Ya sé. Te van los hombres —levanta una ceja—. Apenas me prestaste atención, no soy una diosa, pero me considero linda. Podría haber pensado que tenías novia y que le estabas siendo fiel si no hubiera visto cómo te comías con la mirada el culo del chico que pasó recién detrás de mí. Buen gusto por cierto. —levanto el vaso y brindo en su dirección

-Me agradas. Si quieres tener sexo hay muchos hombres disponibles, sobre todo con la tormenta fuerte. Han dado alerta roja y aconsejan no salir.

-Sí, tengo uno disponible en mi habitación.

-¿Cuál es el problema?

-Es mi jefe. —suelta una carcajada.

- Complicado

Mientras termino mi segunda bebida le resumo mi dilema con Jensen a Tom, el barman, quien parece ser sincero. Necesito una opinión de un tercero y viene bien que sea hombre, aunque le gusten los hombres.

Marian me dijo que me acueste con él sin pensarlo tanto y que disfrute mientras pueda y si él mezcla lo personal con lo laboral lo puedo denunciar. Me reí con esa sugerencia

Una parte de mí no quiere, no solo porque es mi jefe y mi vecino, sino porque siento que con él es diferente. No es lo mismo acostarse con un hombre que no vas a volver a cruzar, al menos que sea por casualidad, a que hacerlo con alguien que ves a diario, ya sea en la empresa o en el pasillo del edificio.

¿Cómo sería tener sexo con él y luego verlo llegar con otra mujer y escuchar sus gemidos? Esa es una realidad a tener en cuenta y con la que no me siento segura para lidiar. La verdadera razón de porque le digo que no.

-¿Qué opinas?

-Es complicado. A como lo veo yo solo hay dos opciones. Te acuestas con él una noche, los dos se sacan las ganas y luego siguen con sus vidas o le propones un trato. Acostarse sin compromisos, pero con una cláusula de exclusividad.

-Eso no funciona. Siempre una de las partes termina enamorándose.

-Es un riesgo, es verdad. Lo que tienes que hacer es ponerte límites. Tengo unos amigos que llevan dos años acostándose sin compromisos y les va bien. Son exclusivos.

-¿Cuál es la diferencia a una relación?

-Pues que solo se ven para eso. Salen juntos con amigos en común y se comportan como dos amigos. Y cada uno tiene su vida. Él es adicto al trabajo y le fastidia salir a buscar mujeres para tener sexo y ella no quiere compromiso, pero tampoco acostarse con uno y otro. Un buen arreglo.

Termino mi bebida y me pongo de pie.

- Gracias, Tom. Ha sido un placer.

Le indico el número de la habitación para que cargue las bebidas a la cuenta y abandono al bar con intención de regresar a la habitación.

Mi cabeza se ha dispersado a causa del alcohol, la llamada de Roger me ha puesto histérica y mis deseos se han mezclado. No tengo nada en claro con respecto a Jensen. Ese hombre me confunde demasiado.

No sé si soy un reto o alguien a quien simple desea o quiere que sea una más en su lista. Aunque de cierta manera lo soy, es decir, ya me acosté con él.

Golpeo la puerta con seguridad, aun si estar segura de que la decisión que tomé es la correcta. La puerta se abre y Jensen aparece vestido de manera casual y con el cabello mojado debido a la ducha.

-Ya pedi otra habitación, están viendo cual está libre porque la tormenta... -no lo dejo hablar, lo abrazo por el cuello y me apodero de su boca.

Jensen se tambalea por la sorpresa, me devuelve el beso cuando logra reaccionar y me abraza por la cintura.

Rompo el beso y lo miro a los ojos.

-Que pasemos la noche juntos no quiere decir nada y si va a pasar es porque yo lo quiero y punto. Un comentario arrogante de tu parte y tu pene se quedará con las ganas de estar en mi interior. ¿Queda claro?-él asiente y vuelve a besarme.


Jensen
La ducha relajó mi cuerpo, pero no mi mente. Realmente deseo estar con Erika. Comienzo a comprender que perdí mi oportunidad e insistir tanto me va a llevar a que me termine odiando.

Paso la mano por el cabello y llamo a recepción para pedir otra habitación. La recepcionista me informa que chequeará la disponibilidad y me avisa. Hay alerta roja, por lo que algunos huéspedes que se iban a ir decidieron quedarse y se juntaron con los que llegaron hoy. Conclusión, el hotel es un caos.

Se me va a cumplir mi deseo de pasar la noche con Erika, solo que en vez de cenar juntos y compartir la cama, seremos dos extraños en una habitación y yo dormiré en el piso.

¿Qué querias idiota? La llamaste puta y denigraste su trabajo.

Corto la llamada, esperando que la recepcionista me vuelva a llamar, aunque casi deseo que llame y diga que no hay un cuarto disponible. Sin importar que duerma en el piso. Aunque puede que Erika se apiade de mí y me deje dormir a su lado.

Unos golpes en la puerta me distraen de mis pensamientos, dejo el teléfono y abro la puerta. Del otro lado está Erika mirándome raro.

Hasta que seas mia (Saga Hasta Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora