Cap. 35

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Jensen

Por eso no responde los mensajes, está bailando con el diseñador y yo aquí volviéndome loco pensando en ella. Definitivamente no me reconozco. He perdido la cabeza

Busco el contacto de Erika y le envío un mensaje.

Yo lo del acuerdo de exclusividad queda concluido. No me funciona esto de ser exclusivo así que puedes estar con quien quieras y yo también.

Busco el contacto de Megan, una mujer con la que me veía de vez en cuando necesitaba descargar energía, y decido escribirle:

Yo: Hola, Megan. Tanto tiempo. ¿Estás libre para pasarte por mi departamento?

Megan: Tanto tiempo. Acabo de llegar de viaje y no deseo salir, pero puedes pasar por mi casa.

Megan es periodista y viaja mucho, le encanta su trabajo y es la razón por la que no le interesa mantener una relación estable. Está casada con su trabajo y por eso puedo estar seguro de que no se enamoraría de mí ni yo de ella. Me gusta viajar, pero por placer de vez en cuando. Además, no tenemos nada en común nada más que el buen sexo.

Mi celular suena en el mismo momento en que me pongo de pie.

Erika: Ok.

Nada más. Ese simple mensaje me irrita, hubiera querido que me pusiera que no, que preguntara por qué estoy rompiendo el acuerdo. Nada de nada. Eso significa que no le importa o que quiere acostarse con Patrick o las dos cosas.

Ignoro el mensaje de Erika y le respondo a Megan:

Yo: en quince minutos estoy ahí.

Megan: te dejaré la puerta abierta.

Tomo las llaves de mi auto, guardo la billetera en el bolsillo trasero del pantalón y abandono el departamento. Pulso el botón del ascensor y mientras espero mi conciencia comienza a decirme que no está bien lo que estoy haciendo, que Erika solo está bailando con amigos y que ella no es mi novia para que actúe como un loco celoso. A la mierda la conciencia. Me molesta que esté con otro hombre y punto. No quiero que otro la toque.

Al llegar a casa de Megan entro sin golpear o avisar, conozco está casa, la heredó de su abuela, aunque llevaba casi dos meses sin venir.

-Jensen, estoy en el dormitorio.

Camino con pasos firmes con dirección a la habitación, encuentro a Megan sentada en su cama, envuelta en una toalla y colocándose crema en las piernas. Levanta la mirada y me sonríe.

—Linda imagen. —le digo.

-¿Qué te trae por aquí? La última vez que nos vimos me estaba por ir a Australia y cuando regresé estabas en Londres.

—Problemas familiares de los que no quiero hablar. 

Megan se pone de pie, se quita la toalla y me deleito con su figura, por algún motivo no despierta en mí lo que despertaba antes.

Me aproximo a ella, me apodero de sus labios con fuerza que la hace perder el equilibrio y nos lleva a la cama. Megan ríe al mismo tiempo que me deja de cabeza al techo para luego subir encima de mí y comenzar a quitarme la camisa. Me levanto con ella para deshacerme de la camisa y mientras ella besa mi cuello acaricio su espalda.

Cierro los ojos imaginando a Erika, deseando que sea ella la que está encima de mí.

Abro los ojos al sentir el ruido de la hebilla del cinturón, mis ojos se encuentran con los de Megan y es cuando la realidad me golpea. No quiero estar con ella, quiero estar con Erika

Detengo las manos de Megan, la quito de encima de mí y me coloco de pie.

-Creo que esto fue una mala idea.

Megan me mira desde la cama con desconcierto y extiende la camisa en mi dirección.

-¿Quién es la mujer?—comienzo a vestirme y me detengo al escuchar la pregunta.

-Alguien que me está enloqueciendo y no sé cómo manejarlo. No es como nadie que haya conocido nunca.

Megan suaviza la mirada, agarra la toalla al pie de la cama y se envuelve en ella.

-Eso es bueno. Tal vez significa que la mujer ideal apareció.

-Es complicado. No creo en todo eso.

-Jensen, no es algo que puedas decidir tú, es algo que simplemente sucede sin que te des cuenta. Puedes aceptarlo y darte una oportunidad o negarlo y perder esa oportunidad. Queda en ti.

Me abotono la camisa, apoyo la mano en la cama y dejo un beso en la mejilla de Megan.

-Gracias, Megan. Disculpa por hacerte perder el tiempo.

Ella se encoge de hombros.

-No pasa nada. Aunque nunca fuimos de hablar mucho, aquí estoy si necesitas un consejo sincero. Siempre te consideré un amigo.

Con una sonrisa salgo de la casa de Megan.

Tal vez tiene razón y comienzo a sentir algo más por Erika que una simple atracción física. De lo contrario no me molestaría por algo tan tonto por una foto en donde no está haciendo nada. Si Erika quisiera tener sexo con Patrick o con quien sea me lo hubiera dicho.

Espero no haber arruinado las cosas con mi mensaje impulsivo

Al subir al auto llamo a Erika, su celular me da apagado. ¡Maldita sea! Espero que no haya tomado mi mensaje muy personal y se haya ido a la cama con Patrick o con algún otro. No, no quiero imaginar eso.

Será mejor regresar a midepartamento y esperar hasta mañana para hablar con ella. No sé cuáles son missentimientos, pero al menos puedo comenzar por invitarla a salir o al menoscreo que ese es el primer paso cuando te planteas tener una relación

De acuerdo debo asumir que estoy jodido.

Hasta que seas mia (Saga Hasta Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora