Para mi hermana limpieza (Solo en los sueños de la persona más santa), mi hermanita Devil (En ambos casos de la palabra, jiji), mi hermana insoportablemente tierna (Solo con las visitas :) y mi hermana de piedra (Se que me quieres hermanita).
Aviso: El capitulo aún no esta corregido. Ojalá les guste!!!!
Hace demasiado calor y mis sabanas están enrolladas entre mis piernas. La verdad no puedo dormir. Había decidido irme a acostar temprano. No tenía nada de hambre y no quería estar con nadie, todo gracias a él. El irresistible nuevo problema de mi vida. No sabía si estaba empezando a sentir cosas por él, pero lo que sí sentía en este momento era frustración y tristeza.
Quizás él no sentía nada por mi y era otro de esos chicos engreídos.
- Agh.
Tienes que eliminarlo de tu mente, Jane. ''Concentrate en lo importante'' La voz autoritaria de papá se filtra en mis oídos. Respiro hondo y vuelvo a cerrar los ojos para quedarme dormida... Un portazo de la puerta interrumpe mi sueño.
- ¡Los hombres están aquí! - mis dos hermanos entran dramáticamente y luego hacen una pose de ninja extraña. Son tan ridículos a veces. Ruedo los ojos y me tapo la cara con la almohada.
- ¿Qué? - pregunto cansada.
- Jenny, Jenny. - Peter me quita la almohada de la cara. Está sonriendo divertido. A veces no puedo creer que Peter sea mayor que yo. De Alex no tengo dudas. - No se te habrá olvidado el día de hermanos ¿Verdad, Hermanita?
Mierda. Definitivamente se me había olvidado por completo. Cada Sábado pasamos el día juntos jugando a cualquier tontería que enfadara a papá. Desde pequeños habíamos creado esta tradición y la regla numero uno era:
''Por muy cansado o enojado que estés, el día de hermanos va antes que todo''
Jadeo cansada y miro la oscuridad de mi techo.
- Pero si es viernes...
- Nop, - Alex mira su reloj. - son las doce de la madrugada, así que en teoría es Sábado.
- Los odió. - Ambos me sonríen con esa sonrisa perfecta. En mi familia todos nacieron con el don de la Belleza, pero mis hermanos son otro nivel. A veces es frustrante que tus hermanos se vean cómo dioses y tu no.
- Vamos, levántate floja. - Alex tira un cojín tan rápido que no lo veo venir y se aplasta contra mi cara. Me levanto rápidamente y recojo el cojín que rebotó y cayó al suelo.
- Estas muerto. - lo fulmino con la mirada. Él sonríe malicioso y sale corriendo.
- ¡Eres muy lenta! - grita desde el pasillo. Salgo de la habitación aún con el cojín en la mano y con mi camisa de dormir de estrellitas, descalza.
- ¡Vuelve aquí! ¡Cobarde! - bajamos por la escalera redonda hacía la entrada principal y lo sigo hasta la sala de estar.
Lo rodeo entre el sofá grande y la estantería y arrojo el cojín. Dio en el blanco. Justo en su rostro.
- ¡Oye! - sé queja. - Yo no lo arrojé tan fuerte. - me subo de hombros con una sonrisa y luego me siento en el sofá rodeando mis piernas. Mis hermanos no tardan tanto y después de unos segundos, tengo uno a cada lado. Demasiado apretada para mi gusto. A ellos les encanta molestarme así desde que tengo memoria.
- ¿Y? ¿A qué jugaremos? - pregunto. Los dos me miran con esa expresión maliciosa y dicen al mismo tiempo:
- Minecraft. - los miro con el señor fruncido.
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Siempre has sido tú
Romance''Si les dijera que un chico golpeó a su hermano, pero no cualquier chico, sino uno muy muy atractivo, egocéntrico y perfecto con la mejor tableta de chocolate en su torso, que harían? Pues yo lo golpee y ahora el irresistible nuevo problema apareci...