''Maldito Pervertido''

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Aviso: El capitulo no esta corregido.




¿Hay algo mejor que empezar el día lunes organizándolo?

Creo que suicidarse suena mejor que eso.

- Siempre alegrándome la mañana conciencia. El punto es que tengo todo organizado y solo veré a Tyler en la tarde después de la escuela cuando nos toque limpiar los baños, luego volveré a casa a estudiar o ha molestar a Alex ¿Quién sabe? y lo repetiré el resto de la semana. - Suspiro. - Y por ultimo, terminaremos con la limpieza general del laboratorio...

¿En serio tenías que disertárselo a tus peluches en una cartulina? Por suerte nadie te ha visto, porque yo pensaría seriamente en llevarte a un manicomio.

Suspiro y despego la cartulina del muro. 

Para que lo sepas, conciencia. Cuando tenía 11 años lo solía hacer y no recibía quejas de tu parte.

Tú misma lo dijiste, tenías 11 años y ahora tienes 17. ¿Ves la diferencia?

Resoplo y empiezo a ordenar un poco mi habitación. Mi cama está revuelta y mis peluches por todos lados. No puedo creer que solo me haya quedado con mis preferidos. Parece que hubieran al menos 20. Los arrojo dentro de mi armario, donde puede caber un elefante y lo cierro rápidamente.

Golpes de la puerta me hacen volver a la realidad.

- Señorita Jane. - la voz refinada de Charles se escucha al exterior. - ¿bajara a desayunar?

- ¡Sí! - grito y recojo mis cosas rápidamente. Abro la puerta y veo a Charles mirándose en el espejo largo del pasillo, ajustándose el corbatín y alisándose el cabello. Asiente a sí mismo y se va a paso ligero y elegante.

Es tan raro...

Bajo hasta la cocina, que está impecablemente blanca para variar. Veo a Anna que se encuentra cocinando Huevos con Beicon y se me hace agua la boca.

Me acerco silenciosa por detrás, robo un poco con los dedos y me lo meto a la boca antes de que alcance a protestar.

- ¡Jane! - se queja. Le sonrió en respuesta y me siento en la isla frente al plato de frutas que me lo devoro en segundos.

- Están deliciosas. - digo con la boca llena de fresas.

- Ay por Dios, Jenny. Traga antes de hablar. Hemos tenido esta conversación desde que tenías tres.

Sonrió otra vez y trago rápidamente.

Alex, entra a la cocina bostezando, con una camisa azul marino y vaqueros, lo usual que lleva al colegio, lo que quiere decir que sí irá está vez. Gracias a Dios...

- Buenos días Anna. - saluda.

- Buenos días mi niñito hermoso. - responde sonriéndole.

- Lo sé, soy tan hermoso. - Pongo los ojos en blanco y me quedo esperando mi saludo, pero nunca llega.

Me aclaro la garganta ruidosamente.

- ¿Estás bien hermanita?¿Te atragantaste? - Pregunta sin siquiera mirarme sacando el frasco de galletas.

- Sí y no, es solo que mi ''hermanito'' a entrado y ha olvidado saludarme.

- Ups, eso debe de sentirse muy triste ¿Qué se siente? - Quiero ahorcarlo. - De hecho, hermanita. Te quería pedir un favor. - alzo una ceja.

Siempre has sido túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora