Aviso: Capitulo sin corregir.
Perdón por la tardanza.
Tyler:
Debo admitir que haberla dejado con Roy no fue fácil. Sólo espero que ese idiota no le haya quitado la vista de encima si no quiere morir.
Mardon Guiner y sus hombres nos esperaban en la pista con el mismo coche de siempre. Un Lamborghini tuneado azul marino.
Al verme pareció sorprendido.
- No puede ser. A qué le debo el placer de esta visita, Tyler Mikael. - me subo de hombros con una sonrisa y me despego del capó de mi coche. Mark y Steve hacen lo mismo mientras que Alex se coloca a mi lado. Era de la misma estatura de Steve y su cuerpo entrenado no parecía el de un niño.
- Guiner - digo, sin quitar mis ojos de él. - ¿Cómo has estado?
- No tan bien cómo tú al parecer. - sus ojos fríos miran alrededor y sonríe al detenerlos en Alex. - ¿Desde cuando te volviste niñera? No creí que te ofrecieras para ayudar a otros.
- Pues que puedo decir, soy solidario.
- Claro, claro... - sonríe y se vuelve a centrar en mí. - ¿Vas a correr tú, Tyler?
- Jamás rechazaría una invitación.
- Por supuesto. - me sonríe y se da vuelta hacía Banner. - Prepara mi coche.
-
El ruido de temporizador digital marcaba que quedaban cinco segundos.
Coloque mi mano en el manubrio y mire por la ventana del copiloto a Mardon que miraba hacia delante mientras encendía el motor al mismo tiempo que yo.
- ¡Suerte! - me grita con su mirada fría.
- Yo no la necesito. - sonrió y cuando el temporizador termina acelero.
La pista era de unas 1.366 millas donde habían dos curvas.
Mardon estaba a mi lado aún en la recta y yo seguía sonriendo. No había nada mejor que correr y aumentar la velocidad. Sentir la adrenalina y no pensar en nada más. Mantuve el pie en el acelerador y mire el velocímetro que estaba en 270 y subiendo.
Al llegar a la curva elegí la trayectoria en el punto de giro y giré disminuyendo la velocidad a 230 derrapando pero sin detenerme. Mardon freno muy después por lo que quedo detrás de mí.
- Te tengo, imbécil. - digo sonriendo al retrovisor.
Cuando llegamos a la recta siguiente acelero más y quedo a una distancia imposible de superar tomando la próxima curva perfectamente.
Cuando freno en la meta hago un giro para disminuir la velocidad y derrapo en círculos mientras enciendo el enfriador del motor.
Salgo del coche con mi sonrisa intacta y lo miro mientras frena y se baja del auto.
- ¡Mierda! - se queja.
Cuando los demás llegan, le doy las llaves a Oliver y saludo a el resto que me espera.
- Tengo que decirlo. - digo diciéndole a Mardon. - Siempre es un gusto ganar cuando corro.
Él me sonríe friamente.
- Imbecil.
- Bueno, prometiste dejar en paz a Alex Michgan. - digo dándome la vuelta. - Cumple tu promesa y acepta tu derrota.
ESTÁS LEYENDO
Siempre has sido tú
Romance''Si les dijera que un chico golpeó a su hermano, pero no cualquier chico, sino uno muy muy atractivo, egocéntrico y perfecto con la mejor tableta de chocolate en su torso, que harían? Pues yo lo golpee y ahora el irresistible nuevo problema apareci...