Día 07: Pesadillas.

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Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero no me pertenecen; créditos correspondientes a Kōhei Horikoshi. Posible (o mucho) OoC en los personajes.

Sus ojos estáticos miraban hacia el frente con un semblante muerto

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Sus ojos estáticos miraban hacia el frente con un semblante muerto. Las tragedias suceden, está muy consciente de esto, pero ver lo que estaba contemplando en ese momento... le hicieron cuestionarse de sí realmente había un Dios bondadoso o solo un ser todopoderoso que era sádico y que disfrutaba de ver a la gente retorcerse sobre su agonía.

Porque Uraraka quería gritar, quería llorar y arrastrarse sobre el suelo con desesperación, pero no podía hacerlo. Estaba en un shock tan profundo y en un limbo lleno de sufrimiento interno que no podía hacer nada más que no fuese respirar de forma errática y mantener sus ojos fijos sobre el cuerpo de Bakugpu Katsuki completamente inerte e irreconocible por la crueldad de la liga de los villanos.

«—No creo que a Bakugou-kun le guste ser salvado».

Ah, ¿Enserio ella dijo eso?

¿En que momento... en que momento se le ocurrió decir semejante pendejada?

Bakugou Katsuki ahora no existía.

El chico gruñón, ruidoso y grosero ya no estaba en ese plano y ella no hizo nada por impedirlo. Se quedó lejos, observando el caos mientras ella se mantenía en la misma postura por "consideración"a los sentimientos de inferioridad que podría causarle a su compañero.

¡Que estúpida!, pensó con ironía.

Bakugou había muerto de forma horrenda y horas antes ella solo podía pensar en sus sentimientos de inferioridad, ¿no se habría visto reflejada en él y por ello dijo aquella sandez?

Porque ella era quien se sentía inferior. Ella era la débil, quién por nada del mundo querría ser salvada por sus compañeros; tan orgullosa... quién solo se la llevaba pensando en lo frágil que era y en lo cobarde que podía llegar a ser.

Y por ello Bakugou había muerto.

Él... su cuerpo estaba empapado con su propia sangre y su rostro tenía plasmado una expresión de miedo. No quedó nada de él, nada por salvar.

Y entender eso la rompió por completo.

Se dejó caer dolorosamente sobre su rodillas y comenzó a gritar de una forma desgarradora mientras se sostenía la cabeza con fuerza.

La sangre del chico comenzó a emerger con más fuerza de sus heridas hasta que esta se deslizó lentamente hasta ella, haciendo un charco de sangre bajo su cuerpo.

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