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El doctor avanzo con cautela, quería primero indagar bien el lugar, reconocer otras posibles vías de escape y examinar en caso de que algo saliera mal, quien podría prestarle apoyo; esa última observación no dio muchos frutos. Se sorprendió gratamente cuando el guardia no le puso problemas para entrar, al parecer, estos sujetos solo les interesaba que pagaras.

El lugar era oscuro y encerrado, no habia grandes corrientes de aire o algo que ventilara el ambiente, este se hacía pesado y denso, y las sensaciones que provocaba no eran distintas; alcanzo a divisar a dos jóvenes Omegas siendo jalados hacia un gran pasillo, no tuvo que razonar mucho para imaginar que podría estar pasando ahí, la sola idea lo asqueo. Pero tenía un objetivo, no podía flaquear ahora, identificar al hombre, arrastrarlo al lugar designado y dejar que Howard y Steve actuaran, era simple, tenía que ser simple.

Avanzo hasta el fondo, identificando la vía de salida, esa por donde debía salir con el hombre, solo le faltaba el sujeto y cuando se acercó a la barra, lo vio, estaba ahí, disfrutando de unos tragos con un Beta algo tomado, se reía y hablaba con tanta calma, parecía que ni siquiera dimensionara todo el daño que habia causado. Stephen se sentó en a dos sillas de distancia, pero procurando estar a una distancia en que pudiera escuchar todo lo que decía, y más importante, para que los dos Alfas, que ya estaban saliendo de la van, rumbo al punto de encuentro, lo escucharan.

-Lo encontré – susurro por lo bajo. La música del lugar fue su salvadora

- Vamos en camino, te tenemos cubierto – indico Howard

- Están hablando... - acomodando el trasmisor para mejorar la frecuencia

- ¿Sabes con el chiste que encontré? – comento el sujeto

- ¿Con cuál? – pregunto el Beta

Ríe entre dientes – hace algunas semanas... me divertí bastante con un Omega – le sonríe con orgullo – estaba solo, perdido y bueno... necesitaba asistencia – suelta una carcajada – tú me entiendes...

- ¿Te lo follaste? – pregunto sin tapujos

- ¿Follarmelo? – ahogando una risa – que lenguaje, mi amigo... no, de hecho, lo ayude – indica feliz – estaba iniciando su celo y no tenía con quien pasarlo – toma un trago – claro que no me lo pidió con sus propias palabras, pero el encontrármelo solo en una noche de lluvia, era un mensaje subliminal ¿O no?

- Por supuesto – comento – todos los Omegas son unos putos entregados... - mira al gran pasillo – sino pregúntale a todos los que están por allá...

- Si – responde – pero este era diferente, era casi celestial – muestra una sonrisa lasciva – de esos que no te encuentras todos los días

- ¡Descríbelo! ¡No seas egoísta!

- Tez morena, ojos pardos, caderas estrechas... - hace un leve gruñido – ¡Y gemía como puerco! – ambos estallan en una risa

Strange baja la cabeza, su corazón palpitaba a mil por hora, mientras que los Alfas ya posicionados, habían escuchado absolutamente todo lo que el hombre habia dicho, Howard se habia volteado hacia un costado, las ganas de vomitar lo habían dominado y Steve sintio la colera subir por toda su espalda, ese maldito era el puerco asqueroso, no se dio cuenta en qué momento, pero habia llegado a romper la pantalla de su celular, debido a la fuerza que habia ejercido sobre este.

-Todo un adonis... - agrego el Beta

- Y eso no es lo mejor – prosiguió – me anude a él tantas veces, que llegue a perder la cuenta – su compañero mostro un semblante de sorpresa – y para rematar, lo marque... - muerde su labio

Nuestra Marca [STONY]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora