Nuestra Marca [STONY]

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El detective ni siquiera lo pensó, las balas solo volaron por la sala, seguidas por la de los dos Alfas y los hombres de Ross; en menos de un segundo, los dos Betas mas cercanos cayeron muertos al suelo, uno abatido por el propio Steve; el resto de los hombres, botaron un gran mueble y lo usaron para cubrirse de las balas. Brock se arrastró veloz por el suelo, hacia la protección, mientras Stephen se pegaba lo mas posible a la pared, casi a la esquina, rogando no salir herido. Ross seguía disparando y esquivando las balas a la vez, procurando en cada momento el estar atento de que Strange no saliera herido. Ambos Alfas, se protegían a través del marco de la ventana, pero sin perder de vista a Brock, era su único objetivo.

- ¡Quédate ahí! – gritaba Ross - ¡No te muevas! – mirando fijamente al Doctor. Strange solo trataba de cubrirse.

Brock escucho los gritos de Ross hacia al Omega y entendió que ese policía no era otro que el mismísimo Alfa del Omega - ¡Maten al Omega! – grito levantando la voz - ¡Mátenlo!

Los hombres comenzaron a dispararle a Stephen, ignorando incluso las balas de los policías, el Doctor logro arrastrarse hacia la esquina de la sala, casi nexo a la puerta y las ventanas, el miedo lo habia dominado por completo y las lágrimas caían sin desenfreno por su rostro, jamás imagino estar en medio de un fuego cruzado.

- ¡Ross! – gritaba aterrado - ¡Ayúdame! – tirándose mas al suelo. Una bala rozo por centímetros la espalda del medico

- ¡No! – grito Ross aterrado viendo a Strange a merced de las balas - ¡Cúbranme! – el policía miro a sus hombres y corrió hacia el médico, colocándose frente a él, para volver a disparar.

Howard aprovecho y volvió a disparar, abatiendo a un tercer hombre, lo que hizo a Brock asomar la cabeza sobre el mueble, justo en ese momento, Steve logro mirarlo fijamente y el hombre respondió la mirada, al principio con confusión, pero luego con fiereza ante la penetrante mirada del rubio. El hombre se levantó casi sin pensarlo y le disparo a Steve, pero sin éxito, lo que el soldado aprovecho, saliendo de la protección de la ventana y disparándole de vuelta; Brock cayó al suelo de manera errática, la bala habia entrado directamente a su hombro izquierdo y sin pensarlo mucho, corrió hacia el otro lado de la sala, alejándose de todos y corriendo hacia una puerta trasera imperceptible.

Steve salto la ventana y se adentro a sala, cuando los policías abatían a los últimos dos, Ross al ultimo de ellos; aun estaba agitado y sumamente enfurecido, pero ahora no tenía tiempo para esas emociones. Howard vio también cuando Brock corría hacia la parte trasera y sin pensarlo dos veces, el padre de Tony le dio la señal, era ahora o nunca, sabía que Steve lo alcanzaría primero y, además, quería cerciorarse que estaban a salvo.

- ¡Ve! ¡Corre! – grito veloz. Steve obedeció y salió tras su caza

- ¡¿Estas bien?! – volteándose hacia él - ¡¿Estas bien?! ¡¿Estas herido?! – revisándolo a detalle

- Ross... Ross... - el doctor no podía parar de llorar – viniste por mi...

Everett lo abraza con desespero – por supuesto que si... - Stephen lloraba en sus brazos – te prometí que protegería siempre – toma a Strange de la cara con ambas manos – Te Amo... Te Amo muchísimo – las primeras lagrimas comenzaron a caer por el rostro del detective – perdóname, por favor, por todo... - lo vuelve a abrazar – jamás debí dejarte solo

Stephen solo se pega a él – estas aquí, es lo único que me importa

El resto de las policías cerciora que los atacantes estén muertos – jefe... - dijo uno acercándose a Everett

Ross estaba sacándose su chaqueta y colocándosela a Stephen, su camisa estaba completamente rota, no quiso repetir la imagen mental de ese hombre sobre el doctor – pidan refuerzos, no quiero que absolutamente nadie escape de aquí – inhala firme – apresen a todos los malditos violadores que encuentren, quiero a los dueños de este lugar presos y a todos los trabajadores sexuales a salvo – mira a Howard – prepárense porque podría haber enfrentamientos y entre los tumultos, muchos podrían morir – el padre le sonrió agradecido, pero él también necesitaba estar presente.