Romina George

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La salida escolar, con el calendario marcando como faltaban menos de tres días para las graduaciones y cuatro para el término del contrato, hacían a Adrien sonreir con felicidad.

¡Por fin iba a ver el rostro del individuo que lo hizo sufrir por un año entero! No sé iba a ir hasta haberle gritado sus verdades al dueño de la compañía.

Solo les restaba cuidar a sus últimos niños, y sus vidas volverían a ser felices de nuevo. Adrien estaba positivo y nada lo iba a hacer flaquear.

Su verde vista se dirigió al cielo nublado y respiró hondo el clima fresco, palideciendo al ver como comenzaban a llover autos, gracia de un akumatizado.

Oh, que pintoresco era París.
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Parados en el techo del edificio colindante al que ambos se dirigían, los dos superhéroes más aclamados de la ciudad leían la información del infante a cuidar desde el yoyo de la catarina.

-Romina George.

Leyó en voz alta el héroe, antes de comenzar a leer en silencio la información de la pequeña.

"¿Cómo podría empezar a describir a Romina George?

Tiene dos bolsos Gucci, y un triciclo plateado.

Su cabello está asegurado en 10,000 dólares.

Hace comerciales de dulces en Japón.

Su película favorita es la de Mean Girls (chicas pesadas).

Una vez conoció a Pablo el backyardigan en un avión y le dijo que era hermosa.

¡Una vez me pegó en el rostro y fue estupendo!''

Con incredulidad ambos jovenes se miraron, teniendo una chispa de esperanza de que fuera una broma, aunque en su interior sabían que no lo era

Nah, seguro estaban exagerando. La niña tenía solo siete años.
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Apurados los niñeros tocaban el timbre del departamento, siendo rápidamente recibidos y guiados por el asistente del lugar, quien los dirigió a la habitación de la menor.

Entonces entraron, encontrándose de frente con una melena rojiza, sentada de frente a la puerta de esa habitación, quien al divisarlos, los miró de arriba a abajo.

-Si quieren entrar a mi cuarto, tienen que saber que los miércoles nos vestimos completamente de color ros...

La pequeña hizo una pausa, y ambos niñeros se preocuparon al ver como sus ojos se abrían completamente ¿Le dolería algo?

Ella en cambio tomó una bocanada de aire, y gritó.

-¡Tu eres Adrien Agreste, el modelo, AHHHHHH!

Algo era seguro, todos los que habían estado cerca de aquel cuarto, habían tenido sordera por minimo, la siguiente hora.
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Ya había pasado media tarde y la niña seguía de la misma manera hacia con Adrien; adherida a su torso y tomándole fotos como si fuera alguna atracción turística.

-Quiero que les digas a mis amigas que me conoces, eso sería tan fetch (cool)

Decía la niña que Adrien sentía más una sanguijuela, intentando mantener la calma y observando como la azabache se reía de la situación, estando al otro extremo de la habitación.

Todo iba relativamente calmado hasta que Adrien cometió el peor error que pudo haber hecho frente a la pequeña Romina. Haberle guiñado el ojo a Marinette.

La niña al observar aquel gesto que hizo sonrojar inmediatamente a la azabache, dejó de abrazarlo para plantarse enfrente de él con sus brazos cruzados.

-¡¿Qué te pasa, por qué le guiñas el ojo a tu asistonta?!

La ojiazul entrecerró los ojos al escuchar como había sido llamada y el Agreste respondió con su característica simpleza.

-Porque es mi novia, dah.

Tres segundos de silencio fueron los que hizo la niña antes de comenzar a gritar su berrinche, lanzándole zapatos y muñecas al ojiverde, que se refugiaba con una silla de una mesita de té.

-¡Ayuda, la niña se descompuso!

Gritó asustado el chico, corriendo a refugiarse detrás de Marinette, quien inconscientemente había agarrado un yoyo de juguete que le fue lanzado, y comenzó a girarlo para escudarse el rostro.

Poco a poco, Dupain y Agreste vieron la salvación en el cansancio que la mocosa parecía estar teniendo, mirando con alivio como se sentaba en un sofá, totalmente agitada.

-¡Le voy a decir a mi papi que te diga que te cases conmigo!

Gritó la pequeña niña de cabellos y personalidad de fuego, sorbiendo su jugo de uva con coraje, a la vez que se dirigía a la salida de la habitación.

Antes de llegar al marco de la puerta, la niña se detuvo y miró al modelo que aún yacía detrás de la diseñadora con miedo.

-Sabes que Adrien, tu vas después de la "W", porque ya eres "x" en mi vida. Marinette, vámonos de shopping, estoy triste.

Y tras eso salió esperando ya dentro del carro a su niñera, quien a escondidas beso los labios de su novio, y se dejó dar la bendición.

Esa tarde ella sabía bien que necesitaría ayuda divina.

Continuara...

Si la escritora no actualiza es porque anda ocupada buscando trabajo :(

Realmente no es una urgencia, pero si me gustaría tener mis primeros ingresos :)

Todo va excelente hasta que menciono que solo puedo trabajar medio tiempo porque estudio :)

Uno me dijo "Estaría excelente que fueras mi recepcionista por tu nivel de Inglés, pero ocupo que trabajes de 9 a 5" y pus no puedo trabajar de 9 a 5 D:

¿Cómo le digo que tengo un hamster que mantener?

En fin, disfruten.

Somos niñerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora