Tu novia esta bonita.

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Padre e hijo comían en el gran comedor de la mansión juntos.

El hombre miraba a su plato totalmente incomodo al sentir como su hijo lo miraba fijamente, teniendo un brillo de genuina felicidad en los ojos.

-Y... ¿Vas bien en la secundaría?

Preguntó intentando tener un tema de conversación, ganándose la mirada confusa de su hijo.

-Padre, acabo de ser admitido en la universidad.

Con esa respuesta, el hombre dirigió su mirada a su sopa una vez más.

Ni siquiera notó cuando había salido de la primaria.

-Entonces estudiaras diseño de modas como tu padre ¿Verdad?

Claro, él tenía que seguir el legado de su padre.

La negación lenta de su hijo hizo que su ceño se arrugara, imaginandose a su empresa más quebrada que los lentes de Nathalie cada vez que los aventaba para transformarse en Mayura.

-En realidad estudiaré administración y desarrollo empresarial. Marinette estudiará diseño.

Habló Adrien dando un suspiro de alivio al ver el ceño de su padre relajarse.

-Mas te vale que la hagas tu esposa. No estoy dispuesto a que mi empresa se vaya al suelo. Esa será tu nueva meta de vida.

Este asintió sonriendo.

-Y si no acepta, la secuestra...

Una alarma interrumpió el hablar del Agreste mayor para fortuna del mismo, siendo de la agencia de niñeros en la que su hijo estaba trabajando.

El miró con pesar, lamentando tener que retirarse, ya que nunca pasaba tiempo con su padre.

-Lo siento, tengo que irme. Es de la agencia.

Le dijo levantándose de la mesa, ignorando como su padre no podía ocultar su sonrisa.
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Azules y verdes miraban extrañados como los padres que los habían contratado, salían corriendo del hogar, lanzándoles un papel enrollado, siendo esas las especificaciones.

¿Qué clase de monstruo iban a cuidar?

Grande fué su sorpresa al ver a dos niños castaños de aproximadamente 7 años, sentados en unas sillas.

Eso explicaba la paga doble.

Uno de ellos tomo la palabra levantandose de su silla, acomodando su peinado y hablando.

-Hola, mi nombre es Lucas y el es Gilbert. Somos mellizos ya que nos gestamos en una bolsa amniotica distinta. Ya saben, somos gemelos dicigóticos.

Adrien solo escuchó sorprendido lo que el niño decía, buscando los ojos de la azabache.

El niño era un genio.

Su hermano se levantó de la silla, sacando su pecho y estirando su cuerpo lo más que podía para verse alto.

-Si, el es el chico listo, yo soy el cool. Y tu, chica bonita ¿eres...?

-Mi novia.

Intervino Adrien mirando con enojo como aquella umpalumpa le coqueteaba a su novia.

-Y diez años mayor.

Agregó algo enternecida del pequeño niño.

Adrien por el contrario miró estresado la lista de especificaciones que los señores les dieron y habló.

-Haber tú, niño listo, veamos tus tareas y tú, otro niño, deja de ver a mi novia.

Les dijo el ojiverde ganandose la atención de todos, mientras ignoraba el guiño de su novia, al fondo de la sala.

-Tu novia esta bonita.

Adrien intentó ignorar al mocoso de 7 años que lo estaba provocando, observando las sumas que les restaba a los niños por hacer.

-Si, tu novia esta bonita.

Dijo el genio prestando mayor atención que a su libro.

-¿Puede ser mi novia también?

Preguntó Gilbert, intentando copiar la tarea de su hermano, mirando como su niñero fruncía el ceño.

-No, ven, abre tu libro y deja de copiarle a tu hermano.

El niño miró retando al joven.

-Pero yo quiero que sea mi novia.

Adrien solo contaba hasta 100, mirando como su amada suprimía su risa.

-No puede ser tu novia porque ella ya es mi novia.

Su vista la dirigió al libro, mirando los temas que involucraba su tarea, escuchándose hablar el niño una ocasión más

-¿Puedes dejar de ser su novio?

El negó ni siquiera mirándolo, ignorando como el infante se dirigía a su maleta.

Tomando el libro de frases para Marinette sin que su niñero se diera cuenta, leyó.

-Desearía ser tus lágrimas para nacer en tus ojos y morir en tus labi...
Agh que aburrido, tengo uno mejor. Eres bonita como la muñeca que le rompí a una niña de mi escuela.

Su hermano levantó la vista del libro y habló.

-No Gilbert, mejor di, eres tan bonita como salir al recreo.

Adrien frunció el ceño.

-Oye Lucas, creí que estabas de mi lado.

El inteligente niño sonrió y habló.

-Si, pero tu novia esta bonita.

Y así pasó la tarde hasta que sus padres llegaron por la noche.

-Si algún día te aburre el güerejo, solo llámame.

Le dijo Gilbert a Marinette despachandolos en la puerta, mientras Adrien la abrazaba, sacándole la lengua con satisfacción.

Continuara...

Una vez alguien dijo "No hay enemigo pequeño" creo que Adrien se lo tomó demasiado literal.

Ojalá les haya gustado.
En fin, disfruten.

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