Primera experiencia

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El silencio de la biblioteca permitía la concentración de una estudiosa pareja ya recuperada de su resfrio, que se encontraba repasando los temas antes de hacer su exámen de acceso a la universidad.

Las carreras que habían escogido eran completamente diferentes el una a la otra, pero al menos estaban en el mismo campus.

De la nada una notificación los sacudió y con pesar miraron la pantalla.

-Estamos a 13 metros del infante.

Habló Adrien con pesar y totalmente agotado, antes de cerrar su libro y tomar sus cosas.

Marinette miró preocupada al ver los libros que tanto a el como a ella le restaban por comprender.

-Tenemos que estudiar, Adrien. No pasaremos los exámenes.

El antes mencionado se acercó a la chica discretamente.

Miró que nadie estuviera cerca, tomó la muñeca de Marinette y la jaló debajo de la mesa.

-Eh..

Estaba a punto de reclamar pero Adrien se lanzó a darle un largo beso, tomandola tan desprevenida que hasta retrocedió un poco.

Separandose, la chica se recostó y Adriem a su costado, mirandose frente a frente, reposando sus cabezas en sus mochilas.

-Solo 5 minutos de descanso mental es todo lo que pido.

La ojiazul masageó la cienes de su amado y pegó su frente caliente con la de ella.

-¡Oh mi amor! ¿Por qué rayos no te percataste que el contrato expiraba en un año?
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Los pisos pasaban como gotas de agua y unos acalorados jovenes se comían a besos en el ascensor del edificio en el que estaban subiendo.

Tikki y Plagg miraban la escena con desagrado.

Si Adrien no hubiera dicho que era para liberar estres, la escena hubiera sido menos incomoda para los seres.

-Mua mua te amo mucho Marinette mua mua.

Decía Plagg en burla mientras se abrazaba a si mismo, imitandolos.

Salvandolo del reclamo, la puerta se abrió y los kwamis se escondieron rapidamente.

La madre del niño al verlos simplemente les lanzó una lista de cuidados y salió corriendo, cosa que asustó un poco a los chicos.

¡¿Qué monstruo les había deparado el destino como para que la madre huyera?

Pasaron al cuarto temblorosos y se quedaron inmoviles al ver de quien se trataba.

Era... ¡¿UN BEBÉ RECIEN NACIDO?!

¡Qué clase de madre dejaba a un bebé recién nacido con niñeros desconocidos!

Esas cosas eran fragiles.

Reaccionando, la ojiazul se acercó al aún lactante con ternura e intentó cargarlo.

-Cuidado lo rompes.

Advirtió el rubio algo asustado.
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El llanto de un hambriento bebé, unos tranquilos kwamis que tomaban una siesta a su lado y un hecho bolita Adrien, fué la escena que Marinette divisó al entrar a la habitación con el biberón en mano.

Rápidamente calmó al bebé al darle su leche, haciendo que la mandivula de Adrien cayera al suelo.

-¿Donde tenía el botón de apagado? Lo busqué por todos lados.

Marinette lo miró raro y negó.

-¿Te faltan vitaminas verdad?
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-Es tu turno.

Le dijo la futura diseñadora al chico que se negaba rotundamente a cambiarle los pañales a la criatura.

-Pero huele feo, hazlo tu.

-No, la desición esta tomada.

Adrien al escuchar eso supo que necesitaba sacar la artillería pesada.

-¿Recuerdas la broma en la que ayudaste a Nino y me hicieron creer que era Idiota?

Remover culpas que aún tenía su novia era su pasión.

-¿Creiste que olvidaría cuando me llevaste a reproducir con un gato?

Marinette también quería unirsele.

Planeaba recordarle el día que rozó su mejilla por culpa de Kim y creyó haberla golpeado brutalmente, pero tampoco era un monstruo.
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Adrien esperaba fuera de la habitación con preocupación la salida de su guerrera novia.

La puerta se abrió y Adrien corrió para ver si quedaban restos de ella.

-Solo es un pañal.

Y pasó de largo la ojiazul a sacar la sucia basura.

Adrien entró al cuarto y se sorprendió al oler el ambiente a rosas y al bebé arregladito.

-¡¿Su popis huele a rosas?!

Preguntó incredulo el ojiverde y la azabache comenzó a preocuparse.

-Veo que necesitas vitaminarte con urgencia.

Este rodó los ojos y la abrazó al ver al lactante completamente dormido.

-¿Descanso?

Preguntó sonriente al ver a su cansada novia cabecear y esta asintió antes de acurrucarse en el.

-La universidad no se entra sola.

Les dijo Plagg interponiendose entre ellos con alevosía en su rostro

Los chicos tomaron sus libros y hundieron sus ojos en ellos, con fatiga.

Y así fué su primera experiencia cuidando a un bebé.

-Sigo sin creer como una madre es capaz de dejar a su hijo recién nacido con niñeros desconocidos ¡Esa criatura todavía olía a placenta!

Le comentó Marinette a Adrien en camino a la biblioteca, a estudiar lo que quedaba de noche.

Continuara...

¿Cómo estan?

Ojalá esten bien y con mucha salud.

Escribí este capítulo con una inspiración algo turbia.

Me tocó ver una autopsia de un... bebé D:

Pero esto es una historia feliz así que ojalá les haya gustado el capítulo :D

No se si se notó mucho, pero no sabía que ponerle de título.

En fin, disfruten.

Somos niñerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora