Capítulo 13: Le hemos fallado

21 3 0
                                    

"Debieron llegar al banco de manera incógnita, para no generar un alboroto entre los curiosos presentes. Un gran número de civiles se encontraban haciendo vigía detrás de la barricada que los policías habían montado para evitar que interfirieran con el operativo. La prensa también estaba presente. (...)

Al ver a los presentes podían notar como la mayoría de los agentes todavía estaban afligidos por la pérdida de dos de sus compañeros. Y esto en parte te hacía temer por lo que a ustedes les podía suceder, si bien eran personas con habilidades especiales ninguno parecía tener la inmortalidad como uno de sus dones.

Una vez que estuvieron listos, el equipo se dirigió a un lateral del edificio, por donde intentarían ingresar. (...)

Lo primero que pudieron deducir fue que eran muchos más que la última vez, y estaban mejor armados que en otras oportunidades.

Pero, no siempre todo resulta bien, por más planificado que esté. Los asaltantes, que aún quedaban en pie, efectivamente comenzaron a defenderse, abriendo fuego contra ustedes, sin importar que todavía fueran unos adolescentes. Estaban dispuestos a matar si eso les aseguraba poder salir de aquel lugar sin pagar por su crimen.

Sus vidas no eran las únicas que estuvieron corriendo peligro, sino también las de los rehenes. Alguien del equipo debía asegurarse de que ellos estuvieran a salvo. Así lo sentían, como un deber que su padre les inculcara desde que apenas eran unos niños. No importaba qué tan enojados estuvieran con él, esas personas eran inocentes y debían ser salvadas.

Y cuando la Academia Umbrella pudo volver a tomar el control de la situación, bastó solo un segundo, un disparo certero y todo se desmoronaría. El sonido atravesó todo el recinto, y el proyectil se desplazó directamente hacia su objetivo.

Los refuerzos policiales, igualmente armados que los delincuentes, llegaron demasiado tarde. Uno de los hermanos Hargreeves había caído en combate."

-Mi vida con los Hargreeves, Temporada 1, Capítulo 29: ¿La última misión juntos?


"Si el tiempo pudiera congelarse en ese preciso instante, podrían haberse escuchado como seis de esos siete corazones de héroes se paralizaron al ver cómo uno de sus hermanos fue gravemente herido. Alientos retenidos y haciéndose eco un solo grito ahogado a unísono de quienes todavía quedaban en pie.

—¡¡BEN!! —gritaron desesperados.

Más de uno de ustedes había corrido hacia su hermano, mientras las autoridades se hacían cargo de la situación al capturar a los asaltantes, abatiendo a algunos de ellos también en el fuego cruzado.

—Ben, no puedes dejarnos —insistía Klaus, habiendo caído de rodillas a su lado.

Allison se hincó también para tomar su pulso. Aún seguía con vida, les confirmó con su mirada aliviada, pese a estar perdiendo demasiada sangre. (...)

Aún estabas temblando cuando Diego te sacó de tus pensamientos al apoyar una mano sobre tu hombro. Los paramédicos ya habían llegado y se encontraban reanimando a Ben. (...)

—Le hemos fallado...le fallamos a Ben —murmuraste, sintiendo cómo las lágrimas resbalaban por tus mejillas temiendo lo peor.

—Tenemos que salir, lo trasladarán a emergencias —escuchaste la voz lejana de Luther, dándoles esa información.

—Aún puede salvarse, debemos mantener esa esperanza —intentó animarte Allison, y a todos en general.

—¿Esperanza? Puede que nuestro hermano muera, y sería nuestra culpa no haberlo anticipado —expresó Cinco, en un tono pesimista.

—Cinco, no podíamos saberlo —dijo Diego de inmediato—. Creíamos que la situación ya estaba controlada...

—No es momento de buscar culpables, debemos acompañarlo —insistió Luther, apresurándolos para que salieran.

—Como si nuestro querido padre fuera a permitirlo —masculló Klaus, quien era un manojo de nervios.

—Lo quiera o no, iré a ese Hospital —tomaste esa resolución.

Los seis salieron del banco, tras los paramédicos que estaban llevando a Ben. Fuera se cruzaron con Vanya, que era un mar de lágrimas luego de observar la situación.

Uno de ustedes consiguió averiguar a qué hospital lo derivarían, mientras el resto escuchaban el reclamo de su padre por haber puesto en peligro la vida de su hermano. (...)

Tal como habían adivinado, su padre no quería permitirles ir tras la ambulancia que trasladaba a Ben. Pero muy a su pesar, se mantuvieron unidos al dejarle en claro que irían a acompañar a su hermano, así fueran por sus últimos minutos de vida."

-Mi vida con los Hargreeves, Temporada 1, Capítulo 30: Le hemos fallado.


Gran parte del equipo estaba intentando mantenerse firmes, sin romperse, fuertes para sostener a aquellos que se habían ahogado en llanto por la situación. Pero una vez que llegaron por sus propios medios al Hospital, las lágrimas de todos simplemente empezaron a brotar.

El cuerpo médico iba y venía por los pasillos, ignorando la presencia de ustedes siete. Hasta que una de las enfermeras pareció darse cuenta de que estaban solos allí y se aproximó a su encuentro.

—Ustedes deben venir por su hermano, ¿no es así? —les preguntó con amabilidad, notando el uniforme que llevaban puesto. Además de reconocerlos por haberlos visto en la prensa gráfica local—. Los niños Hargreeves.

—Sí, somos nosotros —se adelantó a responder Luther, añadiendo de inmediato la pregunta que todos estaban esperando les resolvieran prontamente—. ¿Cómo se encuentra él?

—¿En dónde tienen a nuestro hermano? —acotó otra interrogante Diego.

—Lo están interviniendo en este momento, pero pueden esperar por más noticias en aquella sala —les señaló hacia uno de los pasillos que conducían a una de las salas de espera.

¿Qué más podían hacer sino esperar?

Los siete juntos se encaminaron hacia la sala y allí se encontraron con Reginald ya sentado, con un aspecto imperturbable.

—Oh genial, el viejo está allí, como si nada —comentó Klaus al verlo.

—Tal vez podríamos quedarnos por aquí, para evitar otro sermón o que nos eche la culpa una vez más —les sugirió Allison, para no caer en otra confrontación con su padre.

—Pero tenemos derecho a estar allí, por Ben —mencionó Vanya, con la voz aún quebrada por el llanto.

—Y ya hemos venido hasta aquí, nos quedaremos —dijiste con convicción.

Tomaste la mano de Vanya para avanzar hacia la sala y tomar asiento, aunque un poco alejados de su padre. Los demás l@s siguieron para mantenerse unidos, tan solo restaba esperar novedades sobre Ben.

La habitación secreta (Vanya y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora