Cicatrices

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Conduje lo más rápido posible hasta llegar a mi casa.

Apenas crucé el umbral del garage, me sentí aliviado al saber que habíamos llegado sanos y salvos.

Mi hogar, aunque ubicado en medio de la nada, era una casa moderna de dos plantas que contrastaba con el entorno rural.

Me estacioné apresuradamente y salí del auto con una mezcla de urgencia y preocupación, dirigiéndome hacia las puertas traseras del vehículo.

Con sumo cuidado, abrí la puerta y tomé al joven en mis brazos, lo cargue como si fuera un novio recién casado.

Su cuerpo se sentía liviano y frágil, una extraña contradicción a la intensidad de la situación.

Entré en la casa con el joven aún inconsciente en mis brazos, sintiendo una mezcla de adrenalina y responsabilidad.

Mientras avanzaba por el pasillo, debatía internamente si debía acostarlo en el sofá o llevarlo directamente a mi habitación.

Opté por esta última opción, ya que era más cómoda y privada, ascendí las escaleras hasta el segundo piso, donde se encontraba mi habitación, el último cuarto al final del pasillo.

Subir las escaleras fue sorprendentemente sencillo, ya que el joven era casi etéreo en su ligereza.

Lo deposité suavemente en el centro de mi cama, y al verlo ahí, dormido, parecía un pequeño ángel caído del cielo.

Su presencia irradiaba una calma inusitada en medio del caos que sentía.

Sin embargo, la realidad de la situación me golpeó con fuerza: no tenía ni idea de cómo proceder.

Nunca había aprendido primeros auxilios ni sabía cómo tratar heridas graves.

Con una mezcla de desesperación y esperanza, saqué mi celular y escribí en nuestro grupo de chat "Tontos", que compartía con mis amigos Mild y Thong.

El nombre del grupo siempre había sido una broma interna, pero en este momento, la situación era todo menos divertida.

Mew: Chicos, necesito ayuda.

La respuesta no fue inmediata, pero después de unos tensos minutos, ambos contestaron.

Mild: ¿Qué pasa?

Thong: ¿Por qué escribes a estas horas?

Mew: ¿Cómo trato a alguien herido?

Mild: ¿Mew, qué hiciste?

Thong: No me digas que... ¿atropellaste a alguien?

Mew: ¿¿¿Qué??? No, ¿cómo crees?

Mild: Entonces, ¿qué pasó?

Mew: No pregunten, solo respondan.

Thong: Okey, primero tienes que limpiar al herido y buscar lesiones. Donde las encuentres, desinfecta con alcohol.

Mild: Pero si tiene heridas internas, debes llevarlo urgentemente a un hospital.

Mew: ¿Eso es todo?

Mild: ¡Sí!

Thong: Ahora sí, cuéntanos, ¿qué hiciste?

Mew: Tranquilos, no es nada.

Mild: Yo no me creo eso, iré el domingo.

Thong: Yo igual.

Mew: No es necesario hacerlo.

Mild: Nos vemos el domingo.

Angel CaidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora