Almuerzo

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Mew: No fue tu culpa, solo confiaste en alguien que no debías -hablo intentando consolar al pequeño angel.

Algo dentro de el sentía celos y otra parte sentía pena por Gulf, el confío ciegamente en alguien que no debía y termino herido.

Cuando el menor por fin se calmo y levanto la mirada, Mew termino de limpiar sus lagrimas con sus pulgares.

Mew: Te enseñare algunas cosas que te harán sentir mejor ¿esta bien? -pregunto poniéndose de pie.

Gulf: Mmm -asiente.

Mew: Primero vamos a la cocina, te preparare algo delicioso -hablo mientras estiraba su mano para que el menor la tomara.

Gulf tomo la mano del mayor y lo siguió mientras caminaban hacia la cocina.

Al bajar las escaleras Mew dirigió a Gulf hacia la sala de estar, le pidió que se acomodara en el sofa.

Mew: ¿Puedes quedarte aquí pequeño? -pregunto mirándolo sentarse en el sofa.

Gulf: ¿A donde iras? -Pregunto preocupado, estaba por levantarse pero fue detenido por Mew.

Mew: Tranquilo no ire a ninguna parte, solo estaré en la cocina preparando comida para los dos -hablo, apuntando hacia su derecha.

Gulf: ¿Puedo acompañarte? -Pregunto haciendo una tierna mirada que fue difícil para Mew resistirse.

Mew: ¿Que te parece esto? Que tal si te quedas viendo television y en la cena me acompañas - termino de decir mientras tomaba el control de la TV.

Gulf estaba apunto de protestar pero el mayor hizo magia según el, ya que vio como Mew encendía el televisor con el control remoto.

Gulf: Pero... -No avanzo a protestar ya que lo primero que apareció en la pantalla mágica fue una imagen de un gato persiguiendo a un raton.

Mew aprovecho la distracción para salir de la sala y entrar a la cocina, no sin antes reírse suavemente por la actitud infantil del menor.

Mew empezó lavando las verduras, cuando estas estuvieron completamente limpias las pico en trocitos y las aventó a la sartén a fuego lento, rápidamente corto unos trozos de carne y los hecho también.

Preparo un delicioso arroz frito y lo sirvió en dos pequeños platos de cerámica, mientras continuaba cocinando escuchaba algunas risas muy fuertes y divertidas que provenían de la sala.

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Una risa angelical digna de un ángel, pensó.

Cuando la carne con verduras estuvo lista, Mew la sirvió en un plato mediano.

Lo único que faltaba era una buena bebida, algo dulce para alegrar al pequeño ángel, así que optó por preparar una deliciosa leche rosa.

Sirvió todo en una bandeja y se dirigió hacia donde estaba el menor mirando "Tom y Jerry".

Cuando entró en la sala, casi dejó caer la bandeja al ver la escena.

Gulf se veía increíblemente tierno, había subido sus piecitos al sofá y su parte inferior estaba cubierta con una manta delgada.

Sus ojos azules brillaban por el reflejo de la luz que entraba por las ventanas y por el brillo del televisor.

Angel CaidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora