Adiós Diego

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Estacionamiento de la Escuela Hidalgo

MARZO, MIÉRCOLES 9:20 PM 

Corrí rápidamente por todo el estacionamiento, esa Perra me engañó para quedarme, estaba tan asustado que se me había olvidado que tenía un golpe en la costilla, el dolor era insoportable, pero podía más mi adrenalina y mis ganas de correr, sabía que ellos ocultaban algo, pero, ¿Por qué me estaban siguiendo?

Me oculté abajo de un carro justo a tiempo para ver los pies de Félix y de Caroline.

- Voy a Matar a Min Suho, te lo juro- Félix estaba notablemente enojado, no se parecía al Félix que conocí, era más amable, y se miraba simpático, este era un completo desconocido.

-Tranquilo, no debió correr muy lejos, le di un buen golpe en las costillas, estoy segura, si no se las rompí seguro no podrá correr demasiado por unos minutos- Caroline siempre me pareció una estúpida niña consentida, pero sonaba como una experta en esto.

- Debía estar ahí, ¿Dónde mierda se supone que está?, Si está con ella otra vez ahora sí lo mato.

- Debió estar muy ocupado o algo así, tranquilo, a ella no le gustaría que estuvieras así por algo tan estúpido.

¿A quién se refieren? Mencionan a una chica, debe ser la líder o algo así, si ella propuso está mierda, seguro es pura maldad, definitivamente no merezco esto.

- Vamos- ambos caminaron hacia la derecha.

Yo esperé un poco, pero después supe que debía movilizarme, si quería vivir tenía que moverme y rápido. Me escabullí hacia la izquierda, el estúpido estacionamiento es grande, estúpidamente grande, esto parecía una película de terror, las luces eran tenues y estábamos en absoluto silencio.

Caminé un poco más, las costillas empezaron a doler, la adrenalina se estaba yendo y el dolor comenzó a matarme, continúe moviéndome hasta que me encontré con mi auto, busqué las llaves en mi bolsa del pantalón, pero no estaban.

- Pero miren quien está escondiéndose cuál rata- Mi corazón se detuvo, volteo lentamente y ahí estaba, el tercer hermano, Min Suho.

- Donde mierda estabas- apareció Félix muy enojado.

- Tranquilo, ya estoy aquí, estaba asegurándome de que no estuvieran las cámaras prendidas, a nuestra bella hermana se le olvidó hacer eso. En fin, ya lo encontré, trataba de esconderse en su camioneta.

Min Suho me sujeto con fuerza, me amarró las manos y los pies, después no supe más.

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Desperté en una especie de Sótano, no recordaba haber llegado ahí solo, estaba mareado, y la cabeza me dolía, tarde unos segundos más en recuperar la postura, vi que estaba atado y recordé lo del estacionamiento, en eso noté a alguien en una silla en frente de mí, era ella.

- Seguro te duele- Caroline se acercó y me tocó el lado donde me había golpeado, me presionó tan fuerte que grité de dolor.

Escuché a alguien bajando por las escaleras, y ahí estaba Min Suho, bajó lentamente, estaba completamente vestido de negro, sabía que no iba a terminar bien.

- Bueno, Bueno, si es mi querido amigo Diego, lo sé, este lugar es algo sombrío, pero bueno, no buscamos que sea cómodo para las presas.

Las presas, a qué se refiere con eso, me moví bruscamente intentando zafarme, pero era imposible.

- Tranquilo, prometo no ser tan malvado, hoy particularmente no quiero ensuciar mi ropa, tienes mucha suerte, bueno, ahora que lo pienso, no, Félix está algo enojado, verás, no debiste meterte con ella, es importante para esta familia- Min Suho bajó mi mordaza para que pudiera hablar.

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