ARGENT

31 5 2
                                    

Me miré en el espejo, acomodé mi cabello un poco y luego noté que mi labio inferior estaba roto, Genial, Jimena me dejó un lindo recuerdo.

La puerta sonó y entro Félix.

- El baño de chicas siempre es más limpio que el de chicos.

- ¿Tu qué haces aquí? No está permitido.

- Bueno, supuse que necesitabas ayuda o compañía - Él sonrió, y pude notar un hoyuelo en su mejilla derecha, él es guapo, y lo sabe.

- Estoy bien, pero gracias por la preocupación.

- No creo que estés bien, Jimena es algo explosiva, seguro no lo dijo a propósito.

- Todo lo que dice es a propósito.

Me seguí viendo en el espejo, mi papá definitivamente iba a notar el labio roto, Félix seguía detrás de mí, estaba nerviosa, sentía como me miraba.

- Bueno, al menos no te golpeó tan fuerte, ¿No? - Félix se acercó poco a poco a dónde yo estaba, se detuvo alado de mí, miró al espejo, y se arregló el cabello, pensaba mirarlo para después irme y terminar con este momento incómodo.

- Veo que si te lastimó- se acercó a mí, y yo inconscientemente di un paso hacia atrás.

- Tranquila, no muerdo- dijo con un todo amable y una sonrisa, bueno, Félix era cálido y amable conmigo siempre.

- Perdón.

- Ahora te disculpas por sangrar, interesante- me tomó de la barbilla, se agachó un poco para ver mi labio, después me miró directamente a los ojos, esos ojos Obscuros tan hermosos.

- Bueno, iré a qué Sofía me ayudé a cubrirlo con maquillaje- le sonreí y me dispuse a caminar, pero Félix bloqueó mi camino y me obligó a verlo otra vez.

- En realidad, tú me debes algo.

- ¿Algo? - dije nerviosa, y recordé el día del castigo.

- Si, algo- se acercó, su nariz tocó la mía, y me besó, su beso fue tierno, algo familiar, yo seguí, lo tomé del saco del uniforme y lo jale hacia mí, él me tomó de la cintura e hizo lo mismo, estaba contra el lavabo de baño, su mano subió a mi rostro y acarició mi mejilla muestras seguimos con el beso, poco a poco se volvió más intenso, subí mis manos a su cuello y a su cabello, le di una pequeña mordida en el labio inferior, el me jaló con fuerzas, justo cuando me iba a levantar para subirme en el lavabo, bueno, tocaron la puerta, yo me asusté y lo empuje, el sé lamió los labios y sonrió, volvieron a tocar la puerta.

- Mierda, métete en el baño, rápido, lo empujé dentro de un baño y el obedeció.

- Aún no terminaba- sonrió, y yo cerré rápidamente la puerta, sentí el calor por mis mejillas, como es que me lograba poner tan nerviosa.

Abrí la puerta, que por alguna extraña razón tenía llave por dentro, bueno, él ya sabía a qué venía entonces, y entonces salí rápidamente del baño, mientras que unas chicas entraban en él.

Pensé que podía esperar a que saliera, pero mejor caminé hasta toparme con Sofía, ella estaba con Caroline en el salón, mierda, la clase había comenzado.

- Me permite pasar, fui a la enfermería- le dije al profesor Carlo, quien miró mi labio.

- Está bien, pero es última vez que la dejo entrar después de que la clase ya comenzó.

Estaba en un taller con el profesor Carlo, en dibujo e historia del arte, yo amaba dibujar, era lo mejor del mundo. Entré y me senté en mi silla.

- ¿Dónde mierda estabas?, Pensé que Jimena te había encontrado y te había asesinado- Sofía se preocupaba por mí, a veces demasiado, pero la amaba por eso.

- Tranquila, te contaré más tarde- Sofía obviamente no se quedaría sin una respuesta.

Pensé en el beso, el profesor estaba empezando a explicar una pintura muy hermosa, Las amapolas de Monet.

- Está pintura me recuerda a una hermosa frase que leí por algún lado. Es la siguiente: "Te quiero llevar a una galería de arte, pero tengo miedo que todos vallan por ti, porque en tus ojos, llevas los girasoles de Van Gogh,
En tus labios, las amapolas de Monet."

Un poema sin duda hermoso, Los ojos de Min Suho son igual de hermosos que los girasoles se Van Gogh y los labios se Félix son como las amapolas de Monet, me quedé pensando en ellos y lo bien que me hacían sentir, un toque familiar en ellos, reaccioné y me di una cachetada mental por ridícula, definitivamente estoy perdiendo la cabeza.

#

Félix Petrova

Me quedé sentado en el baño, esperando a que todas las chicas que habían entrado salieran de ahí, puedo decir ahora que los Brayan son unos imbéciles, escuché tantos chismes que me sorprendí, ahora sé por qué las chicas van al baño juntas, en fin, mientras esperaba me puse a pensar, bueno, conseguí un beso, ahora sé porque Min Suho no deja de molestarla e intentar cada 2 segundos besarla, sus besos son adictivos, me mordí en labio que ella había mordido durante el beso, sus labios eran mejor de los que esperaba, y quiero más, mucho más. Escuché que todas salieron del baño, esperé un poco más para estar seguro de que no hubiera nadie, seguro Caroline se reiría de mi situación actual.

-Por fin- caminé un poco y ahí estaba Min Suho, observándome fijamente.

- ¿Por qué cerraste la puerta? - lo dijo fríamente, la sonrisa burlona que lo caracteriza de había borrado.

- Bueno, creo que tenía derecho a besarla, tú lo dijiste, y sobre la puerta, bueno, me gusta tener cierta privacidad.

- Félix...

- Min Suho...

- Te conozco, tu ibas a seguir con el beso, y no pensabas parar. - No se equivocaba, no tenía pensado detenerme, bueno, al inicio si, pensaba respetar lo que había hablado, pero durante el beso, bueno, mi fuerza de voluntad no era tan fuerte después de todo.

- Te equivocas.

- Bueno, si tú no respetas el trato, no veo razón de que yo lo haga- comenzó a caminar, lo seguí hasta salir del baño.

- No, El trato sigue, solo fue un beso. - Suho era peligroso si no tenía un límite establecido.

- Los celos no te quedan hermanito. - y ahí estaba su estúpida sonrisa- si no llego y tocó la puerta no hubieras salido.

- ¿Así que tú tocaste la puerta? - Muy inteligente de su parte.

- Si, supongo que te conozco bien, entonces, si tú no respetas el trato yo tampoco, y eso no te conviene- se encogió de hombros

- Vale, detente- él se detuvo y nos miramos fijamente.

- Voy a respetar la mierda de trato que tenemos, lo juro por el apellido Argent- jurar por nuestro verdadero apellido era importante

-Jurar por el apellido no es cualquier cosa Félix.

-Lo sé- Cualquiera que no cumpliera con cualquier juramento que involucre el apellido Argent, deberá morir, son reglas. Él sabía que eso era lo mejor para ambos. 

AZARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora