Confusión

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CAPITULO IMPORTANTE EN LA HISTORIA :)

Pasaron 4 años después de los acontecimientos del 2001, mi misión en la vida era seguir con el legado que habíamos creado, ser la familia de cazadores más grande de la historia, así lo decidimos con mi esposo, Luca Thorne.

Lamentablemente desde que era pequeña yo sabía que no podía tener hijos, al principio fue algo triste pero después me di cuenta que tener hijos no necesariamente implica que salgan de ti fue entonces que Luca me dio la opción de adoptar, me parecía justo darle la oportunidad de tener un hogar a niños que jamás conocieron que era el amor, así que lo hicimos, adoptamos a tres hermosos niños y los entrenamos para seguir con el legado familiar.

Todos los padres dicen que no tienen favoritos pero Luca pasaba mucho tiempo con Min Suho desde que lo adoptamos, desarrolló tanto su potencial que se convirtió en una copia de su padre, inteligente, calculador, pero sobre todo tenía el comportamiento narcisista que caracterizaba a su padre, los juegos mentales que les hacía a sus hermanos y a todos en general cuando se aburria, eran algo interesantes y magistrales, para Min Suho todo era un juego, y todo lo que él quería se convertía en su presa, lo criamos bien, aunque en ese orfanato él ya tenía ciertos conocimientos acerca del tema, tuvo una infancia difícil.

Félix era más amable, aparentemente, el junto con Caroline pasaban más tiempo conmigo, aunque Caroline y Félix tienen ciertas características de su padre, el encanto por ejemplo, ellos tenían la capacidad de sentir un poco de empatía y respeto sobre los demás, no como mi otro hijo, aunque nadie es bueno en la familia Thorne, tanto Félix como Caroline son manipuladores, yo les enseñé bien, saben que son cazadores y no presas y si piensas que son amables o algo parecido, solo espera a que los conozcas bien.

Al adoptarlos ellos tenían 11 años, y habían sufrido bastante en sus anteriores vidas, cosa que teníamos en común, yo les di la opción de unirse a este imperio, o darles una vida normal con otros padres, pero ellos tenían esas ganas de venganza, esas ganas de lastimar, de alguna manera me recodaban a mí. Yo sabía que si esas ganas de hacer daño no se controlaban serían una bomba de tiempo que podría explotarnos en la cara, así que Luca decidió entrenarlos en box, artes marciales, armas, etc. El objetivo era desviar su irá, les mostramos como ser más inteligentes y que los sentimientos son buenos, pero dejarte llevar y controlar por ellos es peligroso, y lo logramos, los niños no solo sabían lo importante para seguir el legado, sino que también sabían controlar sus impulsos.

Tiempo después, en navidad, después de un año de haberlos adoptado Min Suho me contó una historia bastante interesante, al fin estábamos avanzando en cuanto a la confianza, cuando ellos estaban en el orfanato conocieron a una niña, a una pequeña niña, ellos me contaron que los 4 eran amigos y que solían caminar juntos, platicar y jugar, la pequeña niña había sufrido tanto como ellos, su papá dejó a su mamá cuando era pequeña, su madre la culpaba por eso y la golpeaba mucho, cuando tenía 4 la dejaron en ese orfanato, me contaron que la conocieron cuando tenían 5 años, eran nuevos ahí, jamás se separaron desde entonces, hasta que la pequeña niña un día fue adoptada y que ellos no sabían dónde estaba, al parecer ellos querían volver a verla.

Cuando le pregunté a cada uno por separado como era la pequeña niña Min Suho me dijo que era tan hermosa y que ella lo hacía feliz siempre, me dijo que ella era algo enojona pero que también era amable y amorosa, que ella lo hacía sentir especial y que Félix y el la compartían, esto se me hizo algo extraño.
Félix por otra parte me contó que la pequeña niña pasaba mucho tiempo con ellos dos, y que él sabía que a Min Suho le gustaba, que a él también le gustaba pero que ellos no le dijeron nada para tenerla como amiga y no perderla, con el tiempo la niña lo supo y decidieron estar juntos para que ninguno se sintiera solo, la niña necesitaba tanto amor que después de buscarlo por años, lo encontró con esos dos niños a quien inocentemente les decía amigos, cuando sabía que eran algo más.

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