Semana Levihan[💚°💜]

Oo7 | Freedom Circus.

—¡Esa técnica es demasiado peligrosa! ¡ESTAS DEMENTE SÍ PLANEAS QUE ELLOS LA HAGAN! ¡VAS A MATAR A TUS DOS HIJOS!

Así había empezado una cruenta discusión entre Nile y Darius Zackley. El segundo hombre inquebrantable y sin aires de importarle la salud de sus artistas fumaba su habano barato, mientras un muy enfurecido Nile Dock golpeaba la mesa con ambas manos.

Nile era uno de los Maestros de ceremonia y el segundo responsable de las coreografías, técnicas y el acondicionamiento de los nuevos trapecistas.

—¿Eeh? ¿Cómo te atreves a venir aquí a gritar me? ¿Olvidas acaso de quién es el circo? —el hombre de cabellos cenizos y frondosa barba tomando el primer objeto que encontró, se lo mando a volar por la cabeza.— ¡LARGATE DE AQUÍ Y HAZ TU TRABAJO!

Nile quién había esquivado la pequeña caja de música -porque eso fue lo que le lanzó- se rehusó a salir de ahí.

—¿Acaso no recuerdas lo que sucedió con Erwin y Rose? ¡uno de ellos terminó muerto!

Nile trataba por todos los medios frenar esa locura, el viejo era de esos huesos difícil de roer y tratar cuando estaba lleno de cabeza con una idea, pero más que dar un espectáculo impresionante él buscaba su ganancia, mientras más difíciles y osadas las acrobacias, más dinero entraba a sus bolsillos.

Vio al hombre frente a él sorber de la copa de brandy que sostenía entre sus dedos.

No había caso, no había como salvar a esos chicos de esa locura.

—¡Zackley, por favor! —intentó suplicar— No has visto cómo están, Hanji casi se mata y Levi por ir a atraparla también.

—Esos mocosos —bufo confiado— Lo harán bien, y si no, ya saben que pueden tomar los 3 trapos que visten y largarse para siempre.

Nile suspiró exasperado, esta era su décima vez que trataba de salvar a sus chicos, de nuevo sin lograrlo.

Salió del último vagón que correspondía al del dueño del circo, salió sin decir nada más y azotando la puerta tras de sí.

Afuera estaba oscuro ya, muy entrada la noche, vio las luces al interior de la carpa aún encendidas, supo que los demás estarían allí aún practicando la técnica mortal.

Decidió caminar en esa dirección, al pasar por las jaulas de las bestias se encontró con Erwin haciendo las rondas de vigilancia.

—¿Cómo ha ido? —preguntó al ver a Nile acercarse, sabiendo por su cara de enfado, que poco o nada— ya veo...

—Ese maldito solo piensa en ganar plata.

Erwin sacó una cajetilla de Cigarrillos del bolsillo de su chaqueta, le ofreció uno a Nile, quien aceptó con una clara expresión cansada en su rostro.

—¿Sabes que escuché? Que el maldito infeliz nos tiene en la ruina, por eso hemos estado alimentando con mierda a los animales...

Procede a encender su cigarrillo con un pequeño encendedor.

—¿Cómo que en la ruina? —preguntó mirando a Erwin incrédulo.

Erwin se acercó a él, casi al oído y le susurró:

—Los escuché hablando a él y un sujeto  del pueblo, que es quien le vende el polvo blanco... —acercó el encendedor al cigarrillo de Nile, lo prendió y siguió—...sobre una deuda impaga... Sí no paga la deuda lo matan.

Una sonrisa maquiavélica se dibujo en el rostro del rubio de cejas pobladas.

—Aunque...—pareció examinarlo con la mirada fría y calculadora, como analizando cada palabra que estaba por decir a continuación.— Aunque sí lo destripan, me encantaría participar...