BokuAka Week 2021

Día 5: Social Media

Las apps de citas eran engañosas, debían usarse con cuidado y la mayoría de veces no encontrabas aquello que estabas buscando debido a que estaba plagada de personas algo raras en su opinión. 

Bueno, entonces, ¿por qué estaba dejando que la persona a su lado instalará una de las más conocidas aplicaciones para encuentros con fines románticos?

-¡Porque has estado soltero por mucho tiempo, Akaashi!-exclamó su amigo de tantos años y uno de sus ex-rivales de secundaria. Osamu Miya o el gemelo cuerdo, aunque a ambos los veía iguales, solo que uno se retraía más que el otro. 

-Ya te dije, yo no tengo problema con ello. 

-¿Problemas de apego, eh, Akaashi? Comprendo, los tiene tanta gente... Una pena en realidad.-Yukie, ex-mánager de su equipo, trataba de soltar sus recientes conocimientos en psicología en frases que debían ser mucho más complejas en relación con lo que iba aprendiendo en su segundo cuatrimestre, sin embargo, ella se enfocó en analizar a su mejor amigo y su constante soltería como si fuera su paciente estrella. 

-Yukie, lo que haces es prácticamente ilegal. Osamu, deja ya mi celular, ni siquiera tengo una foto decente para esa clase de sitios. 

-¡Pero qué dices, claro que la tienes! ¿Crees que no nos aprovechábamos cuando estabas ebrio? Podrías ser modelo si te lo propones, me ofende que pienses que como buenos amigos que somos no tenemos una carpeta con cada momento en que respiras.-soltó un suspiro en lo que lanzó una mirada de esas que le hacían recordar el error de la gente al pensar que Osamu era diferente a su gemelo rubio. ¡Ambos son igual de dramáticos! 

-¿Qué sentido tiene? Espero que sigas igual de contento cuando un loco me secuestre en una de mis citas a ciegas. 

-En psicología no decimos la palabra "loco", Akaashi.-Y ahí iba la explicación de la castaña, ya estaba pensando en cómo escapar en cuanto soltó sus primeras palabras mostrando su indignación por las pocas consideraciones que se le daba a la gente con problemas de saliud mental. 

-Mira, Yukie. Te adoro, -el ojiazul la tomó de los hombros en lo que ella le sonreía pues pocas veces le soltaba palabras de aprecio,- pero si alguien me secuestra, no creo que debamos ser tan compasivos. 

-¡Listo!-el moreno le pasó su celular, el cual ya estaba algo desgastado en los bordes por el uso y la ausencia de un protector decente.-Ahora solo tienes que elegir al mejor candidato para ese corazoncito tan dulce. 

-¿Dulce?-preguntaron Yukie y él al mismo tiempo, podría ser todo menos eso. Aquel adjetivo no incluía sus cientos de frases sarcásticas al día y sus numerosas quejas en silencio. 

-Akaashi, tú puedes tratarnos tan frío como quieras, pero te aseguro que cambiarías radicalmente con tu pareja. No creas que no he leído las tareas que me mandas a imprimir para tus clases de técnicas en la escritura, todas tratan de romance. Tu inconsciente habla, díselo, Yukie. 

La castaña asintió en lo que devoraba otro onigiri de la mesa aprovechando que el cocinero estaba en lo suyo convenciéndolo. 

Y tenían la cara de decirle todo ello incluso armando un intrincado plan sabiendo lo que sucedía en las dichosas noches en que salían a tomar y terminaban ebrios. Ah, se limitó a suspirar y aceptarlo, tenía buenos amigos. De no ser por ellos, su recuperación de aquella ruptura amorosa le hubiera llevado más tiempo, quien sabe y hubiera terminado debajo de un puente por darle tantas vueltas al fin de aquella primera relación que marcó su visión del amor. 

-Me temo que nuestro tiempo juntos ha terminado, Yukie no intentes psicoanalizar otra vez a alguno de tus amigos, Osamu no te le quedes viendo tan provocativamente a Suna, tienes clientes. Gracias por el almuerzo, chicos. De verdad intentaré salir con alguien, pero lo mínimo que pido es que no me presionen de acuerdo. Todo a su tiempo,-conforme iba despidiéndose, tomó sus cosas y le dio una palmadita a su amigo y una mirada de advertencia al peligris pues en serio debía superar la fase de luna de miel, quien demonios no notaría que los dos chicos estaban saliendo con solo verlos interactuar en el restaurante durante las horas libres del ojiverde,-¡Adiós, nos vemos mañana!