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n/a: ustedes piden, yo doy; nunca está de más recordar que no soy para nada bueno en esto xd

[ +18 ]

05 de Enero, 1995. Dos semanas para la segunda prueba.

[ Chartom (?) ]

"Toma un baño, lleva el huevo contigo y relájate; reflexiona las cosas" fue lo que le dijo Cedric. Y luego le recomendó el baño de prefectos.

No lo necesitaba, en especial porque cuando Cedric le habló del baño de prefectos, la imagen del lugar se formó en su cabeza con facilidad, y la sirena era lo que más resaltaba del mismo. Entonces, cuando volvió a abrir el huevo en su habitación, con Charlie viéndolo, reconoció los gemidos chirriantes como el canto de las sirenas en tierra. Los cuentos muggles habían hecho creer a muchos que el canto de las sirenas (y similares) eran cantos hermosos y seductores, pero en realidad podían llegar a romper tímpanos humanos si se escuchaban durante pocos minutos de seguido.

En el agua, sin embargo, era otra historia. Charlie también lo sabía, y a pesar de tener en su baño privado una bañera perfectamente funcional para colocar el huevo dentro y escuchar sin tener la necesidad de salir de la casa de Severus y Remus en Hogwarts, el pelirrojo lo instó a ir hacia el baño de prefectos.

—Te gustará, es un lugar genial— le decía para convencerlo.

—Lo sé— Tom respondía—. Estuve allí hace unos treinta o cuarenta años.

Y Charlie solo se reía de eso, sin importarle que estaba hablando con una mente en realidad bastante vieja, y seguía insistiendo en que tenía que ir al baño de prefectos para eso. Y como Tom se cansó de escucharlo luego de un día, decidió complacerlo.

Esa noche, le informó a Severus y a Remus que estaría en el baño de prefectos y se dirigió hacia allí sin demasiados inconvenientes, esquivando a Peeves y a Filch con facilidad.

No esquivó a Charlie, quien por razones que desconocía no se fue luego del baile, con los restantes dragonologistas que se habían quedado para disfrutar la fiesta. Y a pesar del progreso en su relación con él, Tom estaba cansado.

Como, realmente cansado.

Y no exactamente de Charlie, sino de la... hiperactividad de Charlie.

Como ahora, por ejemplo, Tom en realidad esperaba tomar un baño relajante y descubrir más sobre la próxima tarea mientras estaba allí, sin importarle la presencia de Charlie; sucede que Charlie tenía otros planes, y Tom (sin importar cuánto se quejara) no se oponía a cualquier idea del pelirrojo.

Así que... sí. Tom saldría relajado de ese baño, y Charlie también. Pero posiblemente no descubra mucho sobre la próxima tarea.

El huevo dorado estaba abandonado en el suelo, a un lado de las toallas y la ropa que utilizarían luego del baño. El lugar se encontraba húmedo gracias al agua caliente de la gran bañera, que parecía casi una especie de piscina, y el vapor se elevaba levemente; la sirena frente a la bañera se reía silenciosamente mientras veía con atención a los dos únicos visitantes de esa noche. El agua, normalmente calma, se movía en fuertes ondas y los jadeos y palabras susurradas llenaban el lugar.

El rostro sonrojado de Tom estaba firmemente escondido en el cuello de Charlie, apretando con fuerza sus labios y sus manos se aferraban a la espalda del pelirrojo como si su vida dependiera de ello, lo que probablemente dejaría marcas. Sin embargo, Charlie solo parecía más motivado por eso.

Tom estaba sentado en el regazo de Charlie, mientras que la mano izquierda de este amasaba con pereza uno de sus muslos y la derecha se encargaba de rodear las erecciones de ambos y acariciarlos en un ritmo inconstante que lograban que Tom quisiera maldecirlo y encargarse él mismo. Sin embargo, no iba a ni siquiera darle el gusto a Charlie y abrir la boca, porque Tom sabía que en el momento en que sus labios se separaran, solo lograría gemir y pedir por más.

Una Historia Diferente [Severitus]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora