II

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Narra Nerea
Me dolía gran parte del cuerpo, no entendía lo que estaba pasando. Miré a mis costados, estábamos en un auto. Habíamos chocado de repente.
Astrid estaba inconsciente, golpeada por el volante y Trevor, sentado en el asiento copiloto, se lastimó con el frente del auto.
Cloe sobre Jaeden, del lado de la otra ventana, estaba toda ensangrentada por los vidrios que se habían roto. Y Jonatán estaba desmayado atravesando los asientos delanteros.

-¿Chicos?¿Pueden escucharme?

Lentamente empezaron a espabilar y poco después estábamos todos despiertos, excepto Cloe, no se levantaba y Jaeden la tomó en brazos para poder bajar del auto.

-¿Están todos bien? -Ninguno contestó pero asentimos con la cabeza.

-¿Qué vamos a hacer ahora? -Preguntó Trevor después de un silencio donde supuse que todos estaban pensando en eso.

Nadie sabía qué hacer, estábamos perdidos. Astrid inició rumbo a quien sabe donde y todos la seguimos. Éramos seis adolescentes lastimados en medio de la carretera, y uno de ellos estaba inconsciente, teníamos que hacer turnos para llevar a Cloe.

Después de un rato de caminata Jaeden pareció ver algo, era un pueblito, con casas alejadas entre sí.

Las sombras del puebloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora