13. - Heaven

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(N/A: No está de más recalcar que cada coso, ya sea os o hc, mayormente está en un universo único, es decir, este capítulo no tiene nada que ver con los otros)

Me desperté sobresaltado, sentía el sudor frío recorrer por mi frente, otra pesadilla. Una pesadilla, sólo eso, estoy bien.

Volteé a mi lado y vi a Melanie durmiendo plácidamente, seguramente soñando cosas bonitas, suspiré, logré tranquilizarme un poco y cerré mis ojos.

— ¡Mick, Mick! — escuché que llamaban. — ¡Ya despierta, dormilón!.

Se me hizo extraño, Dev sólo me despertaba llamándome "papá", y mi novia me llamaba "amor".

— ¿Qué pasó?.

— ¡Joder, te extrañé tanto!. — me rodeó con sus brazos al tiempo que daba pequeños saltos.

Me alejé un poco para verle el rostro, no puede ser...

— ¿Bri?, ¿Eres tú?... Pero... tú moriste, ha-hace mucho tiempo, ¿Qué haces aquí?, Eres... ¡Eres un fantasma!, ¡Fuera!, ¡Aléjate!, ¡No te quiero en mi casa!. — grité mientras le señalaba con mi dedo índice.

— Qué malo eres, no esperaba que me trataras así. — dijo mientras ponía su mano en su pecho, fingiendo estar herido. — Diosito me mandó a recibirte.

— ... ¿Qué?.

— Sí, ni yo puedo creer que te hayan aceptado en el cielo, pero bueno, ¡Vamos!, todos están emocionados por verte.

Decidí quedarme callado y seguirle, todo se veía "normal", es decir, imaginaba el cielo como una ciudad hecha de nubes y arcoiris, pero no, era como una especie de ciudad común y corriente.

— Ya llegamos.

— ¿A dónde?.

— Ya llegamos, dije.

Brian sólo sabía confundirme con cada cosa que decía, nada tenía sentido alguno, quería lanzarle un golpe en la nariz para que me diera una buena explicación, pero me abstuve.

— Oh, ¡Mis ojos me deben engañar!. — Reconocí esa voz al instante, era Lennon.

— Probablemente sí, miope. — Le contestó George Harrison.

— No se hagan los sorprendidos, sabíamos que iba a venir. Mick, saluda, son famosos.

Me acerqué a John y le extendí mi mano, al hacerlo, noté que no estaba arrugada, me veía y sentía como si tuviera de nuevo 25, ¡ni me dolía la espalda!.

— Bienvenido al cielo. — Rió. — Créeme, yo tampoco tengo idea de cómo pude llegar aquí.

Tenía razón, toda, ¿John Lennon en el cielo?, eso no se ve todos los días.

Empecé a explorar con la mirada el lugar, todos estábamos jóvenes y felices. En una mesa estaba Amy Winehouse charlando emocionada con Janis Joplin y Jimi Hendrix, en otra, Michael Jackson y Prince teniendo una charla amena, y en una más alejada, Kurt Cobain riendo solo, pero se le veía feliz. Y ahí, lo recordé.

— Brian. — Le llamé, este volteó al oírme. — ¿Sabes dónde está-

— Ya habías tardado para preguntarme. — Me contestó riendo dulcemente.

Me tomó la mano y al pestañar aparecimos en el sitio al que queríamos llegar.

— Puedes ir tú solo. Yo no tengo por qué estar allí, quedaría de extra. — sonrió, al tiempo en el que simplemente desapareció.

Frente a mí había una gran casa, y claro que sabía cuál era, en ella vivían David y Angie, en esa casa fue donde nos encontramos por primera vez.

Los nervios se sentían algo fuertes, pero tomé aire, David estaría feliz de verme, y yo de verlo a él. Nuestra relación se había disuelto por completo en los 2000, teníamos que ponernos al día y darnos un par de besitos.

Me puse frente a la puerta y toqué el timbre, inmediatamente la puerta se abrió. Pasé, y el olor a ponquesitos inundaba la casa.

Me acerqué a la cocina y lo vi, con un gorro de chef y unos guantes grandes para no quemarse las manos. La escena me pareció lo más lindo del mundo. David volteó hacia mí, se quedó mirándome y, sin pensarlo mucho, tiró lo que tenía en sus manos al suelo y corrió hacia mí para lanzarse a mis brazos.

Estuvimos varios minutos abrazados mientras llorábamos en silencio. Diciendo lo mucho que nos queríamos entre pequeños susurros.

— ¿Cuántos años han pasado desde la última vez que nos abrazamos?.

— No lo sé, pero fueron muchos. — Puse mi cabeza en su cuello, justo como él hacía conmigo y sonrió. Besé su clavícula y se separó de mí para verme el rostro.

— Mick, te amo muchísimo, te extrañé demasiado.

— Yo sigo sin entender por qué fui tan imbécil y me avergoncé de hablarte.

— Son cosas que pasan. — Dijo restando importancia. — Te amo mucho, no lo olvides.

— No sabes cuan alegre me pone que tú me digas eso. — Me dio un beso pequeño en la mejilla y me sentí tan enamorado de él, como siempre.

— La próxima vez vienes y te quedas más rato, ¿sí?.

— ¿Qué?.

De nuevo volví a despertar sobresaltado, con mi corazón acelerado y las palmas de mis manos sudorosas. Aún estaba oscuro. No había muerto, lo cual me alivió.

— Mick, ¿por qué te mueves tanto?, ¿te duele algo?. — Preguntó Melanie semi-despierta.

— No, tranquila. — Besé su frente y me acurruqué de nuevo.

Al cabo de un rato logré dormir, y esta vez, no soñé nada interesante. Sólo descansé felizmente.

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EN MI CABEZA SONABA MEJOR PTM, necesitaba escribirlo de una, pero no me gustó.
Les juro que la idea era buena, en mi defensa, es de noche y estoy muy cansada
Ya otro día subo algo decente, ahorita me voy a dormir

HeadCanons • DavickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora