Bakugo estaba parado en el balcón de su habitación, a su lado Kirishima que le platicaba de sus miedos, Kirishima le explicó lo aterrador que era para él estar en un entorno desconocido, le confesó que su peor miedo eran las alturas, Bakugo comenzó a burlarse de él conteniendo su risa recordando cuando fue lanzado por los aires por un estudiante de la clase B.
- No es gracioso Bakugo, yo jamás paso de la tierra, tu puedes volar alto, estás acostumbrado, pero yo... Me sentía tan aterrado en ese momento, creo que escuchaste como gritaba.
Kirishima recreó el grito y Bakugo le tapó la boca con su mano, no quería que los demás escucharan que estaba acompañado de Kirishima, ya era muy tarde.
- Abrázame.
Las palabras de Bakugo sorprendieron a Kirishima que se ruborizó avergonzado, pero lo hizo, no sería nada varonil de su parte rechazar al joven rubio, al fin de cuentas sentía amor por él desde hacía mucho tiempo, no iba a perder la oportunidad de tenerlo cerca y menos si era Bakugo que se lo pedía.
- No me vayas a soltar.
Bakugo sonrió de oreja a oreja inquietando a Kirishima.
- Pero... ¡Baku...!
No pudo terminar decir el apellido de Katsuki cuando sus pies se despegaron de la seguridad del balcón sin que se lo esperara, Bakugo haciendo uso de sus explosiones lo llevaba en el aire subiendo vertiginosamente, Kirishima se aferró más a Bakugo metiendo la cara entre su cuello y pecho con miedo apretaba los ojos por la sensación de pánico apoderándose de él, escuchó a Bakugo quejarse de dolor porque lo estaba apretando de más activando su quirk inconscientemente.
- Kirishima, mira... La altura no es tan mala. Yo estoy contigo no te soltaré.
Al escucharlo se separó y miró la vista, sus brazos se relajaron, la ciudad iluminada y ese bello cielo estrellado con la magnífica luna ámbar brillando sobre los dos hacían de este momento algo sublime, la emoción invadió su cuerpo estaba tan cerca de la luna que sintió que podía tocarla y al tener a Bakugo en sus brazos, podía sentirse seguro.
- ¡Bakugo, estamos volando!
- ¿No tienes miedo?
- No.... ¡Porque estás conmigo! ¡Bakugo está conmigo!
- Lo estoy.
El corazón de Bakugo latía desbocado, para él las alturas no representaban un peligro, y saber que el miedo de Kirishima se había disipado por él lo hizo sonreír mirándolo a los ojos y sin poder contener más su emoción por ese momento susurró algo que hizo que Kirishima sonriera con gozo.
- Me gustas Eijiro.
- ¡Tú a mi igual, Katsuki!
Esa noche bajo esa luna dorada algunos dicen que ellos se dieron su primer beso en las alturas.
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El dibujo también fue hecho por ella, está bellísimo. 💙💙
