09 de agosto

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~*Cocinando juntos*~

Kirishima podría ser cualquier cosa, pero definitivamente no es un buen cocinero.

Nuevamente está en casa de su (ardiente y masculino) vecino para pedirle ayuda con la cena.

Después de mudarse por su trabajo de vendedor de bienes raíces, Kirishima conoció a Bakugou Katsuki, un banquero bastante refinado y serio, no olvidemos apuesto.

Estaba pinchando con un tenedor las papas que estaban en una olla hirviendo en agua.

- ¿Cómo sé si ya están listas?

Preguntó inseguro el pelinegro que traía su cabello atado en un pequeño moño que lograba sujetar todo su cabello.

- Cuando ya puedas pincharlas con facilidad.

El rubio se acercó a él y tomó el tenedor para pinchar las papas él mismo.

-Aún les falta, mejor ayúdame a picar la cebolla en lo que yo meto las pechugas al horno.

Kirishima asintió y tomó la tabla de picar, un cuchillo y finalmente la cebolla.

Había forjado una bonita amistad con su vecino, aunque el pelinegro ya no sentía solamente amistad, y estaba casi seguro que Katsuki tampoco.

La cocina de Bakugou era tan ordenada y pulcra, Kirishima a veces hasta sentía miedo de ensuciar algo.

Sin embargo, el hombre era muy paciente con él.

Bakugou notó que Kirishima estaba haciendo un pésimo trabajo con la cebolla, dejando trozos muy grandes y casi cortándose los dedos.

- Eres un desastre enserio ¿Cuántas veces debo mostrarte lo mismo?

El rubio se puso detrás de Kirishima y tomó sus manos, posó su barbilla en el hombro del pelinegro y empezó a guiarle las manos.

- Haz cortes finos, no es necesario tener el cuchillo tan alto. Pon los dedos de esta forma, eso es.

Kirishima estaba demasiado nervioso para poner atención a las indicciones de su vecino, su corazón palpitaba emocionado y tenía un ferviente deseo ahora mismo.

No pudo contenerlo y simplemente lo hizo.

Giró su cabeza y le dio un casto beso en la comisura de su boca al rubio, fue tímido, pero realmente deseaba hacerlo.

Bakugou ante tal acción, sonrió y tomó con verdadero ímpetu los labios del pelinegro quien correspondió tratando de girar su cuerpo y quedar frente a frente.

El beso ni duró mucho, pero Kirishima sonrió al separar sus labios de los del contrario.

- ¿Puedo tomar eso como una señal de que debo empezar a cortejarte?

- ¿No te habías tardado demasiado, Kirishima?

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Gracias por leer 🌸

KIRIBAKU MONTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora