Día 5

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Ambos tomamos asiento en mi cama, ella observó la rosa azul que se encontraba en mi buró. Ella sonrió de lado, entre fingiendo felicidad y tristeza.

-¿Recuerdas a tu familia? Lo feliz que era cuando cumpliste los 18 años, diciendo que eras todo un hombre que había crecido para ser exitoso…- comenzó ella.

-Por supuesto, es decir, ellos me aceptaban tal y como era. – comenté.

-Bien, ese día después de tu fiesta de cumpleaños, que por cierto fue muy infantil- dijo ella burlándose de sus recuerdos.

-¡Oye! Deja burlarte. – insistí con un tono moderado.

Ella continuó riéndose en mi cara, después de reír comenzó a decir.

-Ya, está bien… Sabes que te quiero, déjame jugar contigo. Después de no verte durante tanto tiempo y quieres que no bromee; vamos ¿quién crees que soy? ¿Una porrista enojada por no haber salido el fin de semana?- comenzó a reír de nuevo.

-Está bien… Sólo porque me agradas te perdonaré.

-Bien.

-Bien.

-Es tiempo  de que continúe.

-Cierto, pues entonces continúa.

-Ese día habíamos hecho un pacto, al tú cumplir los 18 años nos fugaríamos como dos jóvenes amantes insatisfechos con el programa, sólo que únicamente éramos jóvenes y no amantes así como lo habíamos pactado, tú estabas enamorado de una zorra…

-¡Hey! Cuida tu lenguaje… -dije enojado. Realmente odiaba que las chicas dijeran ese tipo de palabras, y mucho más hacia otras chicas.

-Lo siento, pero es la cruda verdad. Sophie Zachwell no era un ángel, así que no me interrumpas de nuevo.

-Mmm… - omití un sonido que según yo significaba aceptación.

-Bien, gracias.

-Ajá.

-Bueno, como te estaba diciendo antes de que me interrumpieras… Estabas enamorado de otra, esto sonará estúpido pero es que siempre dijimos que estaríamos juntos porque éramos mejores amigos y me lo prometiste cuando éramos niños, y pues… Sabes que no soy una chica convencional así que tomé el pacto como real y lo he atesorado por años, las rosas azules que dibujé y las que teñí, así como la que tienes ahora era el símbolo de nuestra amistad, de nuestra promesa. Aún recuerdo cuando te mostré un dibujo de una rosa, y  pedí por tu opinión, quería pintarla pero no la quería de modo convencional, así que cuando pregunté por tu color favorito así que me contestaste como todo chico haría, azul. Desde entonces las rosas que atesoro son las diferentes, las que pertenecen a la naturaleza muerta, las que son inexistentes… Nada me hacía sentir mejor, nada excepto tú... Desde que nos conocimos sólo pensaba en el olor de tu perfume, en las cosas que me hacían sentir mejor antes de ti, y no me arrepiento de haberme enamorado del chico despreocupado, Christopher Collingwood.

 -Elyssa…

-No digas nada. Permíteme terminar, cuando salimos de tu casa, fuimos de inmediato hacia nuestro lugar secreto, en el bosque. Para ser precisa, en una fuente abandonada, así como la que tienes aquí.

Inesperadamente se escuchó un golpe en la puerta de mi habitación, me preguntaba quién sería a esta hora. Así que le hice una señal a Elyssa para que me disculpara y fui a ver quién era el que molestaba mi conversación con Elyssa. Caminé hasta la puerta donde se escuchaba un golpe insistente, cuando la abrí me di cuenta que era Camile, mi enfermera.

-¿Qué se te ofrece a esta hora Camile?- dije irritado, claramente por su interrupción.

-Sólo quería saber con quién hablabas.- dijo mientras se inmiscuía dentro de mi habitación.

-Bueno ¿ya la viste no?- dije refiriéndome a la chica que me acompañaba.

-Pues me doy cuenta que no hay nadie contigo y que debo administrarte otra dosis de tu medicamento.-dijo preocupada.

-¿QUÉ?-grité asustado, lo que dijo Camile era cierto, Elyssa ya no estaba ahí.

-Bien, Christopher cálmate y vamos a sentarte para lograr inyectarte.

-No.

-¿No?, como gustes. Siempre puedo obligarte a hacerlo.-dijo ella en un tono autoritario.

Renegué, pero al final me rendí y caminé hasta mi cama, para lograr divisar otra rosa azul, la que ya tenía estaba en mi buró, pero la otra era un bosquejo de la original. Camile proporcionó otra dosis de mi medicamento, haciendo que mis nervios desparecieran y la sensación de sueño llegó a mi como un golpe. Antes de caer dormido, tomé el bosquejo de la rosa y la abracé hasta caer dormido.

Camile dejó la habitación tras haberse cerciorado de que estaba “inconsciente,”  ya saben de lo que hablo… Todos caemos en un coma breve cuando nos vamos a dormir. La paz por fin estaba llegando a mí, Elyssa es real, yo hablé con ella. Ella me ama. Yo no lo hacía.

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Desperté con un dolor de cabeza y con un diario rasgado en mi mesa de noche, asumí que eran las cosas que Cooper o Camile anotaba para seguir con mi tratamiento, así que hice caso omiso a dicha libreta. Cuando me levanté de mi cama, logré divisar a través de la ventana un hermoso amanecer, me hacía sentir completo. Como si todo lo malo que he pasado hubiera desaparecido. Caminé hacia la puerta junto con mi reproductor (¿creían que no escuchaba música? Estoy mentalmente “inestable” según los psicólogos pero no soy lo bastante valiente para dejar la música de lado) así que como les decía… Tomé mi reproductor, me puse los audífonos y comencé a reproducir mi canción favorita: “Over and Over” de Three Days Grace. Definitivamente me recuerda a Elyssa, su letra es perfecta. No puede ser… Me estoy convirtiendo en una niña, “me recuerda a ella,” no; eso no lo dicen los hombres. Al menos no en voz alta… “Over and over, over and over you make me fall for you. Over and over, over and over you don't even try, so many thoughts that I can't get out of my head, I try to live without you, every time I do I feel dead.” La letra suena a través de mis audífonos con fuerza, todo parece encajar poco a poco.

Justo cuando me dispongo a salir al jardín para tomar algo de aire, me encuentro con una Camile muy entusiasmada.

-¡Christopher! –dijo la pelinegra

-Mande.- contesté cortante, mi música no se interrumpe por NADIE.

-¡Me encuentro tan feliz!-comenzó a saltar como una niña a la que le dieron un dulce por haberse portado bien.

-Ajá, y eso me incumbe ¿por qué?

-Pues tú eres la razón por la cual me emociono, anoche después que te inyecté la medicina, caí en cuenta que tenías un dibujo abrazado, cuando lo tomé y lo vi… Logré percibir que era de la chica de la cual siempre hablas, y que en realidad no gritaste, estuviste durmiendo como un tronco.

-Wohoo.-dije sin entusiasmo, -en verdad esto ¿en qué me debe emocionar?-

-Pues obviamente es importante y debe emocionarte porque por primera vez en dos años lograste estar en paz durante toda la noche, estoy orgullosa de ti.

-Ahm… ¿Gracias?

Con eso Camile me estrechó en sus brazos y me susurró al oído.

-Elyssa Crosswell es real. Eso es lo importante.

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Gracias<3 Les quiero:3 y Over and Over está en el multimedia, espero disfruten el capítulo:D

-Eliimay Valdez

Se Real, Se Mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora