Se Real, Se Mía.

Día 9

Antes de empezar les quiero dedicar este capítulo a dos chavas: Marcela Castillo y Nalle Chaves :3 que me dijeron que les gustó mi historia :D así que si leen esto, pues esto es para ustedes n u n gracias por su apoyo n u n también a una de mis mejores amigas Gaby Salazar:3 huehuehue ily <3

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Elyssa POV

-Elyssa Marie Crosswell, ¿Qué me haz hecho? - comentó suavemente Christopher.

-¿Yo? - dije inocentemente.

-¿Quién más? - contesta Christopher en un tono sarcástico.

-Más bien, ¿qué me haz hecho, tu? Porque lo único que yo he hecho desde la primera vez que nos vimos, es quererte anónimamente siempre detrás tuyo. Aunque nunca tuvieras ojos para mí, lo único que buscaba era tu felicidad, y aunque suene algo estúpido pero, si tu eres feliz, yo también lo soy. Eres de las pocas personas que me han importado, todos los demás me han dado la espalda y sólo tu fuiste capaz de seguir a mi lado incluso después de que mi propia familia se volviera en mi contra.  - después de haberle dicho la verdad pues comencé a alejarme lentamente de él, estaba lo suficientemente avergonzada por lo que dije. Ósea tampoco era de que le dijera lo que siento y pensara que estaría bien con ello.

-Oh Elyssa... No sabes lo que dices, no puedes simplemente decirme que me quieres y después irte.

Claro que podía huir, en verdad no había nadie que me lo impidiera. Eso es lo que pensé pero lo que me mantuvo ahí es bastante claro...

-Oh, pero claro que puedo irme. - le dije avergonzada.

Comencé a caminar lejos de él con mayor rapidez, quería huir. No lo sé, mis sentimientos aún me parecen tontos y no sé como actuar. De alguna manera me distraje tanto en mis pensamientos que no caminé lo suficientemente rápido como para salir de ahí, y Christopher me alcanzó con mucha facilidad. Me tomó de la mano y me volteó para que le pudiera ver los ojos.

-No, no puedes huir. No después de lo que dijiste. - Christopher tenía una mirada muy pesada, de ese tipo de miradas que te perforan el alma.

-Déjame ir, por favor.

-Jamás.

Se creó un momento de silencio entre los dos, no de esos silencios que son incómodos. Era todo lo contrario, este silencio me parecía cómodo, tanto para él como para mí. Sólo podíamos vernos a los ojos y sonreír.

-Entiéndeme. Para mí tu eres más que una simple persona, aunque estuvieramos separados un tiempo mis sentimientos no cambiaron ni un sólo día. Eres la más hermosa mujer que haya conocido en toda mi vida, conozco bien tu historia, sé también que estás rota internamente.

Se detuvo, como para pensar lo que diría a continuación y vaya que me dió justo en el corazón cuando comenzó a hablar.

-Te sientes rota y sola, lo sé perfectamente. Pero lo que desconoces es que a pesar de tus tristes pensamientos yo así te quiero. Somos seres imperfectos y llenos de defectos, sin embargo, eso es lo que nos permite seguir estando juntos. Permíteme amarte así, rota y llena de demonios que sólo entre ambos podremos superar.

Comencé a llorar y caí de rodillas al suelo, sin saber que hacer sólo miré a Christopher que comenzaba a bajar hasta alcanzarme, se sentó a mi lado y lentamente fue quitando con su pulgar las lágrimas que caían por mis mejillas, para cuando había limpiado mis lágrimas levantó mi mentón y me besó. De ese tipo de besos que son lentos y tiernos, no había nada más que nos perturbara, sólo estábamos los dos. Besándonos lenta y amorosamente. Fue perfecto.