🧡 La nueva vecina.

236 23 77
                                    

Y así fue como me distraje y mi emparedado recién comprado cayó al suelo y Max lo tomó sin chistar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y así fue como me distraje y mi emparedado recién comprado cayó al suelo y Max lo tomó sin chistar.

Perdí un rico emparedado de queso mientras la chica de la cafetería terminaba de bajar las escaleras con cuidado, tratando de no pisar nada.

—Lo siento, hay una tabla floja en la escalera, tropecé y mis cosas rodaron —suspira desanimada—. Creo que hoy no es mi día —agrega agachándose a tomar el pedazo que voló del marco de fotografía que tomó en un principio.

—¿Qué haces aquí?

—¿Ah?

¿Lo dije en voz alta?

Ella se pone de pie, es más alta, pensé que los patines la hacían ver así, pero no.

—Voy a mudarme al piso de arriba —dice señalando con su dedo como si no supiera para dónde queda "el piso de arriba" —. ¿Tú vives aquí? Eso explicaría mucho.

Se le resbala parte del marco de fotografía, ¿tiene las manos de mantequilla o qué?

Me agacho para ayudarla a recoger sus cosas:

—Sí, justo ahí —señalo la puerta de mi departamento con la cabeza.

—Ya veo. Oye, no hace falta que me ayudes —se apresura a tomar la caja de cartón y recoger unas figuras de elefantes que parecen hechas de aluminio de cocina.

—¿A qué te referías con "eso explicaría mucho"?

—Oh, bueno, yo... —se queda callada mirándome... en realidad a lo que está tras de mí.

Al voltear mi perro está en la entrada de nuestra casa mirando a la rubia.

—¿Es tu perro?

—Sí, es Max.

—¡Oww! Es súper lindo —ella se levanta para acercarse a él, pero por primera vez, Max hace algo que jamás había hecho antes: le ladra y no de forma amistosa—. ¡Oh!

—¡Hey, Max! —me levanto de inmediato y pongo las cosas de la chica en la caja antes de ir con mi compañero de departamento—. ¿Qué rayos te pasa? —le pregunto al peludo.

Él le gruñe y vuelve a ladrar.

—¡Oye! Él no es así —le aseguro a ella.

—Descuida, soy una completa extraña, debe ser normal.

No, no lo es.

Con esfuerzo hago que Max entre al departamento y cierro la puerta.

—Te ayudaré —digo caminando hacia las escaleras.

—Eres muy amable —sonríe apenada.

El que está apenado soy yo. El comportamiento de Max no es normal, prácticamente el perro adora a todo el mundo, y ahora no solo veré a Rooney en la cafetería, sino, que ahora la veré por los pasillos del edificio... eso... eso me hace sentir peor.

LIVE IN THE NOW ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora