4: Los motivos del lobo

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Desperté en medio de un ambiente cálido y acogedor. La última vez que me había sentido así fue años atrás, cuando aún era un niño pequeño y mi mamá me resguardaba en su regazo, protegiéndome del mundo y de toda posibilidad de ser lastimado. Ahora me sentía así de nuevo; a salvo.

Intenté recordar lo último que me había pasado. Estaba en casa, luego alguien llamaba a mi puerta, me llevaban a una especie de laboratorio abandonado mientras temía por mi vida y luego de exponerme a una serie de peligros que involucraba a cinco cazadores y ser la carnada para alguien, él venía por mí y escapábamos. Pero cuando me llevaba en sus brazos una vez a salvo de los depredadores, el frío invernal logró derrotarme. 

Ahora estaba bien. 

—¿Aún quieres dormir, Jin?

Fue entonces que noté el latir rítmico de un corazón muy cercano así como los suaves movimientos respiratorios de alguien contra mis manos. Al abrir los ojos me encontré con la encantadora y perfecta sonrisa de Namjoon quien me abrazaba descaradamente bajo una serie de cobijas. 

—¡Ah!

Mi primera reacción consistió en rodar fuera del nido encontrándome con el ambiente algo frío del lugar y chocar con una de las paredes de piedra. Era un lugar pequeño, con algo como un tragaluz cubierto de nieve en el techo y una puerta; como si nos halláramos en una madriguera bajo tierra.

A pesar del pijama que llevaba puesto y no era mío, el frío ambiente no tardó en erizar mi piel y advertirme que debía retornar, cuanto antes, a mi fuente de calor.

—Es mejor si regresas aquí— llamó él apartando las cobijas y ofreciéndome lugar a su lado—. Los carnívoros tenemos la temperatura corporal un poco más elevada que ustedes, y no me molesta compartirla contigo.

—Pero...

—Vamos, si quisiera comerte, ya lo habría hecho. 

Tímidamente reí. Él permaneció expectante. No estaba bromeando. Su voz calmada le daba un punto extra de confianza.

— ¿Y bien? ¿Vas a quedarte ahí con tanto frío o debo traerte aquí? 

— ¡Espera! ¡Primero debes contestarme algunas cosas! 

— Puedes preguntármelas estando a mi lado y no ahí parado y temblando de frío.

Aunque no me gustara aceptarlo, tenía razón. Mi cuerpo temblaba y necesitaba con urgencia recuperar su temperatura. Finalmente regresé a su lado en esa especie de nido lleno de cobijas y cojines. Extendió su brazo como si esperase que lo usara de almohada, pero terminé acomodándome a medio metro de él. 

— Es igual que nada. 

— Puedo sentir un poco de tu calor, así estoy bien.

— Seokjin...

— ¡Primera pregunta!— Corté interponiendo un cojín entre nosotros antes de que avanzara hacia mí —¿Quién eres y qué quieres? 

—Esas son dos preguntas, Jin. 

— ¡Contesta! 

Apartó el cojín que tenía como escudo acomodándolo sobre su brazo y atrayéndome contra él. Una vez a su lado, se inclinó hasta quedar sobre mí. Sin embargo, no veía nada de agresividad en él. 

Con una delicadeza sublime, paseó los dedos por mi rostro, trazando surcos en mis mejillas y repasando la piel de mis labios de un lado a otro mientras relamía los suyos como si deseara probarme. Me miraba como quien mira lo más precioso del mundo y desea poseerlo. 

— Kim NamJoon. Veintiseis años. Soy un alfa carnívoro y además un cazador de categoría D— comentó sin sentirse orgulloso por ello, algo extraño en uno de su especie que en general se jactaban por cometer atrocidades—. Se me considera altamente peligroso, pero jamás te haría daño. Eres muy preciado para mí. 

Hunter (Omegaverse/adaptación Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora