Hunter (Omegaverse/adaptación Namjin)

7: El pasado del lobo

Desde nuestro lado, podía ver como la cortina se deformaba por los golpes del exterior.

—¡Oye! ¡Ven aquí!— gritó Yoongi, llamándome hacia la puerta trasera del negocio mientras Hoseok movía una enorme estantería y la acomodaba tras la cortina de fierro.

Seguí al chico por unas gradas muy empinadas y antes de llegar a bajo, tanteó en la pared. Sus dedos resbalaron muchas veces pero finalmente pudo descorrer algo como una trampilla muy bien escondida.

— Por aquí— señaló entrando por un estrecho canal que parecía un ducto de ventilación, el cual atravesamos caminando a gatas y cambiando de dirección constantemente. Él ya conocía el camino.

—¿Y Hoseok?

— Ya vendrá con nosotros. Debe estar esparciendo supresores de olor por la tienda para que los carnívoros se confundan y no nos encuentren. En especial a ti.

—¿A mí?

—Tsch... eres un herbívoro omega, ¿no? Tu olor les encanta.

Llegamos al final que desembocaba en una habitación escondida que lucía como la madriguera de Namjoon. Nos encontrábamos en un nivel subterráneo y la habitación contaba con una serie de puertas pequeñas.

— Es aquí donde realmente vivimos. Los carnívoros no nos encontraran— señaló la trampilla en el techo—. En caso de emergencia, escaparemos por ahí. Es un túnel que desemboca en la parte trasera del almacén de al lado. Los carnívoros atacan en manada, así que es fácil determinar en donde se encuentran y evitar cruzártelos.

Me indicó un largo diván para que pudiese sentarme. Él descansó en un nido similar al que Namjoon tenía para nosotros.

— ¿Cuánto crees que tarden en irse?

— Los pacificadores deben de estar en camino. En ese caso, podremos salir de aquí en dos o tres días.

— ¿Días?— pregunté consternado— ¡Yo debo de regresar pronto a casa! ¡Namjoon se enfadara!

Me miró, supe que había dicho algo incoherente para él pero muy lógico para mí.

—Namjoon nunca se enfadaría contigo. Seguramente sabe que estas aquí.

— ¿Eh? ¿Cómo va a saberlo?

Abrió los labios para decirme algo, pero fue entonces que Hoseok apareció.

— Esparcí el gas supresor por todo el lugar. Estamos a salvo.

— Tsch... me molesta no enfrentarlos. Podía pelear con unos cinco sin problema alguno y...

—Son los "Tigres blancos— Yoongi palideció—. No se te ocurra, Yoongi. Soy yo quien debe de protegerlos.

— ¿Tigres blancos? — pregunté.

—Son los rebeldes que confundieron la libertad con el caos y por eso vivimos de este modo— Yoongi se reacomodó en el nido mientras Hoseok buscaba algo en una caja. Regresó con un libro, señalándome las primeras páginas.

En el pasado, los carnívoros vivían regidos por una familia cuyos ancestros eran los Lobos Siberianos. Por muchos años, ellos intentaron mantener la paz entre los carnívoros y herbívoros. Sin embargo, en contra parte se hallaban los Tigres Blancos, quienes buscaban el empoderamiento total por parte de los carnívoros.

Fue meses antes de la gran guerra, los Lobos, como líderes de los carnívoros, firmaron un tratado de paz y cooperación. Educarían a los niños carnívoros para un mundo tranquilo y en cooperación, modificarían sus dietas y desgastarían sus colmillos como medida de antiviolencia. Por otro lado, encerrarían a cualquier carnívoro en la prisión de máxima seguridad.