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Invitations and secret

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Taeyong se había despertado más temprano de lo habitual, no había razón alguna, pero comenzó a asearse y ahorita bajar a desayunar. Claro que tenía en mente la promesa que le hizo a Ten, le ayudaría con la invitaciones. Así que mientras cepilla sus dientes iba creando imágenes de la invitación perfecta para su boda.

Al estar listo salió de su habitación y como siempre, Doyoung estaba preparando el desayuno como lo hacía cada mañana. Era una costumbre que tenían ambos, todos los días Kim despertaba antes que Lee y preparaba el desayuno u ordenaba la casa, antes de que ambos se fueran al trabajo.

Era tan monótono, pero le gustaba. Al llegar a la cocina, se acercó a Doyoung y dejó un suave beso sobre una de sus mejillas. El menor se sorprendió al ver la acción de su novio.

ㅡBuen día, bebéㅡ susurró Lee abrazando a Doyoung, pasando sus delgados brazos por la fina cintura de Kim.

ㅡBuenos días, amor.

Ambos siguieron abrazados hasta que el fuerte olor a humo los despertó de su burbuja de amor. Las tostadas que estaba preparando Doyoung se quemaron y ahora tomaron un parecido a un trozo de carbón. Los dos chico rieron y juntaron de nuevo sus labios en un tierno beso.

Cuando ya terminaron de preparar el desayuno, se sentaron a disfrutarlo entre platicas, risas y cositas cursis que era algo común entre ambos. Estaban tan felices juntos hasta que Doyoung tuvo que terminar de alistarse e irse al trabajo. No sin antes despedirse con suave y cariñoso beso de su prometido.

Y, unos minutos después de que se fuera su novio, Taeyong subió hasta la habitación del rubio. Y al abrir la puerta de la recamara, notó que el tailandés todavía seguía bajo las frazadas, con sus cabellos rubios despeinados y en la habitación solo se escuchaba los pequeños ronquidos que salían de los labios de menor.

Tan divertido se veía Ten en su faceta de chico relaja, que Lee sacó su celular y tomó una foto del menor felizmente durmiendo, para luego burlarse de él. Pero, Taeyong sonrió al ver lo tierno que se veía cuando sus labios estaban fruncidos en un puchero, es tan adorable cuando está tranquilo, pensaba Taeyong, pero en verdad sus pensamientos decía que enojado era más sexy, y no mentiría.

Ten abrió lentamente sus ojos al sentir una presencia en su habitación, y vaya que su instinto no falló al ver al peli negro viéndolo fijamente con una sonrisa burlesca sobre sus labios.

ㅡ¡vete de aquí!ㅡ exclamó escondiéndose bajo sus frazadas, lo que hizo a Taeyong reír fuertemente.

ㅡpareces un gatito.

ㅡtienes cinco segundos para desaparecer sino quieres que te mateㅡ amenazó aún bajo las cobijas blancas. Pero ni un músculo movió Lee, no le asustaba la amenaza.

Así que caminó hasta la cama y se acercó al menor, colocando su cabeza cerca del rostro de Ten, aún cubierto por las frazadas. Asi que cuando Ten destapó su rostro al no escuchar ni un solo ruido por parte del mayor, pero vaya sorpresa.

ㅡ¿Qué te pasa?ㅡ Gritó fuertemente al ver el rostro del coreano tan cerca del suyo. ㅡte dije que te fueras.

ㅡpero ya es tarde y debemos hacer las invitacionesㅡ aclaró el mayor tomando las sábanas de Ten y quitándoselas de encima.

ㅡsi, ya sé. Pero ya casi bajo.

ㅡse que si te quedas solo, te volverás a dormir.

𝖳𝗁𝖾 𝗉𝖾𝗋𝖿𝖾𝖼𝗍 𝗐𝖾𝖽𝖽𝗂𝗇𝗀 | 𝗧𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora