One-shots Lukadrien

Otaku

Escuchó la música sin prestar gran atención al video. No podía evitar volverse al chico cada dos por tres, distrayendo su atención de lo que él intentaba mostrarle. 

Todavía le parecía muy irreal que comenzaran a salir hacía unos cuantos meses atrás, pero cada día despertaba con una sonrisa al saber que lo vería esperándole en la entrada de la universidad para tomar su mano y caminar juntos a clases. 

Si bien en un principio no imaginó que sería Luka quien diera el primer paso, aún estaba conforme con que le hubiese invitado a salir. Fue agradable saber que le gustaba como algo más que un simple amigo, sobre todo porque él mismo también gustaba del chico desde hacía tiempo. 

Si, claro, era popular entre las chicas aunque desconocía la razón, pero no creyó que Luka también se interesaría en él. El chico le parecía tan genial y asombroso que Adrien jamás imaginó que sus sentimientos serían correspondidos con la misma intensidad. 

Aún le era muy increíble. 

El azabache se volvió a verlo cuando sintió la mirada esmeralda sobre sí. Le sonrió de esa manera que Adrien tanto gustaba, esa misma que le formaba un hoyuelo en la mejilla. 

—No estás prestando atención —le dijo el mayor entre risas, sin un ápice de reprensión en la voz. 

—No, lo siento. Tú me distraes demasiado —expuso, coqueto y aproximándose al otro para depositar un beso en su pómulo. 

Luka sonrió por el gesto que se le hizo, sobre todo, tierno. Llevó una mano a la parte posterior de su cabeza y le besó en los labios con dulzura. Adrien se sintió derretir por el ademán que no esperaba. 

Se besaron un rato, sin importarles mucho que todavía se encontraban en la universidad. El más alto acarició el pelo rubio del menor y Adrien se atrevió a deslizar una mano traviesa sobre su pierna. Estaba deseoso de algo más que unos simples besos. 

No obstante, un carraspeo cercano les hizo detenerse y volverse hacia quien emitió el sonido. Nino les observó con un gesto escéptico al tiempo que se hallaba de brazos cruzados. 

—Oh, lo siento. No me presten atención, ustedes continúen. No es como si estuvieran en una universidad pública con otros miles de estudiantes alrededor —sonrió y Adrien le mandó una mirada enfadosa que su amigo pasó por alto. 

Luka soltó una risilla, mas se separó del rubio, quien no pudo estar más decepcionado. Adrien le vio tomar el audífono que le había prestado con anterioridad y guardar el teléfono en la mochila antes de ponerse de pie. 

—Tengo una clase en unos minutos. Te veré después —dijo, sonriente, acercándose de nueva cuenta para darle otro beso en la mejilla—. No te olvides de enviarme un mensaje antes de dormir. Me gusta irme a la cama contigo en mi mente —bisbiseó, guiñándole un ojo poco después. 

Adrien le vio irse mientras tenía una boba sonrisa en la cara. Realmente le gustaba ese chico y cada una de las cosas que le decía. No creía cansarse nunca de ello. 

Su amigo aprovechó que el azabache dejó libre el asiento al lado del rubio para reclamarlo al instante. Sabía que Adrien se encontraba en su mundo de fantasías donde Luka era el principal protagonista, pero también le conocía perfectamente como para traerlo de vuelta con un simple anuncio que le mostró a través del teléfono. 

Agreste centró toda su atención en su mejor amigo cuando este le enseñó el volante virtual. Sonrió con la alegría de un niño. 

—¡¿Ya sacaron el poster?! Creí que la cancelarían este mes. 

—No. Tal parece que la cosa sigue en pie. Será la próxima semana e invitarán a varios dibujantes y actores de doblaje. ¡Habrá un torneo de videojuegos! Estoy pensando en inscribirme, seguro que esta vez gano.