One-shots Lukadrien

Densos

Les miró con ojos entornados, las cursilerías que ambos chicos se dedicaban no podían parecerle más vergonzosas y, hasta cierto punto, repugnantes. 

¿Por qué justo él se veía expuesto a eso? ¡No quería ser parte de ello! Le resultaba incómodo ser el espectador de tales mimos que eran intercambiados entre ellos sin descaro y sin sentido alguno. 

Cuando advirtió al moreno despedirse de su amigo con un beso en la mejilla, resopló, aliviado. Su calvario había terminado por fin, o eso creía.

Adrien caminó hacia él con esa boba sonrisa que portaba cada día. Si él viviera con su novia, también sería así de feliz todos los días, aunque, aparentemente, no era el caso del rubio.

—Vayamos a clase —dijo de lo más normal, como si la escena de hacía unos minutos no hubiese ocurrido.

Nino le observó, escéptico. ¿Es que acaso no se percataba de su propia situación? Se negaba a creer que su amigo fuese tonto, así que opto por denominarlo como alguien muy ingenuo.

—Adrien —le llamó, colocando su mano en su hombro y obteniendo su atención—, por favor, recuérdamelo, ¿Luka y tú sólo son amigos?

El rubio parpadeó, confundido, antes de soltar una risita que al moreno se le hizo fuera de lugar.

—A veces, eres algo gracioso, Nino —respondió con ese tono alegre que le caracterizaba—. Ya te lo he dicho, Luka no es sólo mi amigo, es mi mejor amigo.

Quizá lo había subestimado y Adrien era más tonto de lo que pensó. ¿Qué otra explicación había? Sabía que no podía ser tan inocente ni tampoco tan falto de sentido común.

Pero entonces, ¿qué había de Luka? ¿Él también era así de ingenuo? ¡¿Por qué no se daban cuenta de que sus actitudes estaban lejos de ser simple amistad?!

¿O acaso él era el único que veía cosas donde no las había?

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—Sentimos haber llegado tarde. Luka no encontraba su chaqueta —justificó, aquel día que Nino le había invitado a ir al cine. El mayor le saludó con una sonrisa y el moreno sólo pudo devolvérsela.

Por supuesto, se suponía que sólo irían ellos dos pero Luka terminó por asistir, como siempre.

Prueba No. 1: Van a todos lados juntos.

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—Quizá no soy bueno en la materia —expresó Luka con una mirada triste mientras los tres comían en la cafetería.

Recién, el chico les había contado que había reprobado un examen muy importante.

Para sorpresa de Lahiffe, Adrien tomó el rostro del más alto entre sus manos y le obligó a mirarle.

—¡No digas eso! Si te esfuerzas, conseguirás comprenderla, ¡yo te ayudaré! —Luka le observó con cariño antes de formular una gran sonrisa y llevar una de sus manos a la suya.

Prueba No. 2: Muestras de afecto inusuales, dignas de una pareja.

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—Creo que este grano me hará perder todo mi atractivo —rio Adrien, cuando iban de camino a una de sus clases.

El azabache detuvo su andar y le asió de la mano para acercarlo a él, de modo que pudiese ver su cara con minucia. El rubio ni siquiera se inmutó, como si fuese costumbre entre ellos tal distancia.