"Una historia donde el egoísmo se enamora de la pureza".
Después de la muerte de su padre, juró vengarse de los humanos.
Jungkook salió a la superficie después de mucho en forma de humano en busca de aquellos quienes antes mataron a su progenitor y...
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Hace muchos años, existió una princesa llamada Ariel, una sirena, la hija más joven de Tritón se enamoró de un humano. Arriesgó su vida y su familia por conocerlo.
Lamentablemente, eso no fue suficiente para tener un final feliz. El amor la mató, tuvo la oportunidad de matar al príncipe y así salvar su vida, aun así decidió lanzarse al mar para convertirse en espuma del mismo. Sin embargo, subió al cielo junto a las hijas del aire para cumplir una condena de trescientos años de buenas acciones, luego podría descansar en paz en el reino de los dioses.
El suceso ocurrido en las profundidades de Dinamarca llegó hasta los oídos de la población de la Francia monárquica, luego a los pequeños reinos de los alrededores y, mucho antes de cualquier humano, llegó a los oídos de los pobladores de Profondeur Pure. Como respuesta, el rey Alexander decidió empezar excursiones donde enseñaría a los más jóvenes tritones y sirenas el día a día de los humanos para que la curiosidad que mató a Ariel no volviera a suceder.
El rey Alexander tenía un amigo humano, Yoongi, quien apoyó a las excursiones, era un "loco" de una cueva apartada del reino humano llamado "Riviera Francesa" después de tantos conflictos territoriales. Él vivía en un pantano hermoso y bendecido por la naturaleza, pues allí fue apartado por los humanos para que no tuviera que enfrentar más sus ideas con los humanos egoístas. Además, el único hijo del rey Alexander, yo, podía ir allí libremente sin sentirme expuesto.
Yo, su hijo; Daphne, su esposa, éramos su familia. Vivíamos en paz hasta que un día ocurrió una invasión a nuestro reino donde los humanos mataron a mi padre cuando este luchó por proteger a los suyos.
Alexander sacrificó su vida por el bien del océano y los seres que habitaban en él, me dejó huérfano de padre y dejó viuda a mi madre.
Pasaron diez años hasta una nueva invasión por razones entonces desconocidas. En contra de todo lo que quería, por el bien de lo que quedaba de mi familia, por proteger a mi hogar y hacer justicia a mi padre recuperando el collar que los humanos tomaron como premio, decidí investigar un mundo desconocido y extraño. O al menos así era para mí.
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